Noriega, de 78 años, fue trasladado nuevamente el miércoles de la celda donde purga tres condenas de 20 años por desaparición de opositores bajo su régimen (1983-1989) a un hospital por padecer una bronquitis, lo que preocupa a los médicos y familiares del general, que piden su excarcelación.
Por motivos de salud, la defensa de Noriega venía reclamando desde el 8 de febrero la opción de prisión hospitalaria o domiciliaria para su cliente, para lo cual se necesitaba una evaluación médica previa de la fiscalía para que el sistema penitenciario tomara una decisión.
"Hoy recibí el documento (...) en su parte concluyente dice claramente que reconocen el estado crítico del general", dijo Ángel.
"También señalan que se deben seguir las recomendaciones dadas por los médicos privados y del hospital Santo Tomás en cuanto a los tratamientos (... y) alejarlo de niveles de estrés que son propios de un sistema penitenciario", añadió.
Según el abogado, el documento advierte que "si no se puede garantizar esas condiciones entonces sí recomiendan enviarlo a un depósito domiciliario o a un depósito hospitalario", ya que en caso contrario "puede haber un desenlace fatal".
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