Tras la audiencia general en la plaza de San Pedro, el papa se refirió a las "monjas del monasterio greco-ortodoxo de Santa Tecla en Maalula en Siria, llevadas por la fuerza por hombres armados".
"Rezamos por estas monjas y por todas las personas secuestradas debido al conflicto. Seguimos rezando y trabajando juntos por la paz", dijo, y rezó por ellas un avemaría en latín.
Un grupo armado sacó por la fuerza a estas monjas, que se ocupaban de huérfanos, y se las llevó hacia Yabrud, al norte de Maalula.
El nuncio apostólico en Damasco, monseñor Mario Zenari, afirmó el martes a la AFP que un grupo obligó a las doce monjas, sirias y libanesas, a salir del monasterio y se las llevó hacia Yabrud.
El nuncio no empleó directamente la palabra secuestro para referirse a los hechos y el sumo pontífice ha sido igual de cauto.
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