La decisión fue adoptada un día después de que el estado sureño anunciara el aplazamiento de la ejecución de Kelly Gissendaner, condenada por conspiración para asesinar a su esposo, cuando el equipo encargado de la ejecución detectara que el pentobarbital que debía usarse para ello, se encontraba en mal estado de conservación.
“Por un exceso de precaución, las ejecuciones agendadas de Kelly Renee Gissendaner y Brian Keith Terrell, han sido aplazadas para la realización de un análisis de las drogas que se usarían en la ejecución de la presa Gissendaner”, dijo la portavoz del departamento correccional de Georgia, Gwendolyn Hogan.
Gissendaner, de 46 años, fue condenada a la pena de muerte en febrero de 1997.
En el país hay unas 3.050 personas en el corredor de la muerte, cuyas ejecuciones dependen de la justicia de cada estado, según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte.
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