Si Salvador DalÃ, Buñuel y Breton, los del Manifiesto Surrealista, hubieran aceptado venir a Ibagué se hubieran dado cuenta de que su obra era pobre en subvertir la realidad y carente de imaginación, frente a lo que la “musical†vive en su diario discurrir.
Me tocó revisar la Biblia, como lo hizo Borges en su tiempo, y reescribir la parte del Génesis sobre CaÃn y Abel para entender la lógica de las últimas adhesiones a los candidatos. Cómo comprender que el que antes era Abel, jefe de La U, expresidente del Congreso, cardiólogo furibista y brazo derecho del chuzador, reniegue de su pasado, se haya transmutado en CaÃn y haya adherido desde la Ciudad Luz al candidato de las tinieblas liberales del momento.
En tanto, CaÃn, el que traicionó a “Lord†Parga, Palacio Rudas, a Pedro León y a sus electores del 2004, encarnó en Abel, protestando por la traición de su hermano de carne, sangre y hueso.
Tampoco entiendo la transformación de un inepto burócrata de carrera en un lÃder polÃtico eficiente que va a redimir al Tolima financieramente, y un lÃder ganadero, encargado de recolectar boñiga, que de la noche a la mañana se convierte en el representante del MesÃas, y negado tres veces por “Fachito CÃnico Caspaâ€, el “Godofredo†vernáculo, su promotor.
Y ni hablar del surrealismo de Luis H., quien, después de haber recorrido todos los credos y grupos polÃticos, reclama ser el candidato de la solidez conceptual y la única alternativa seria para salvar a Ibagué.
Pero no podemos olvidar al protegido de Juan Lozano, el del tanque del millón de metros cúbicos, que está definiendo si lo construye en el municipio de San Bernardo o en el de Carmen de Apicalá que se trajo a la plaza de BolÃvar.
En una ciudad donde los médicos dejan de curar seres humanos para curar instituciones públicas, se postuló otro galeno que sigue los pasos de Jorge “Turbioâ€, “Chucho el roto†y, en el remoto pasado, el papá del “Mazo†y el “doctor Salsaâ€; Jorge Guzmán Tolima, LisÃmaco Parra Bernal, el cojo Beltrán, hermano de la ecóloga émula de Palomino, Gloria Beltrán; Hernando González Murcia, y en la Gobernación, Ramiro Lozano, El “Chato†Rocha, Fernando Espinosa y Guillermo Alfonso.
Después de esta Babel de confusión de lenguas, credos y saberes ¿por qué la ciudad no puede votar por un candidato surrealista como el suscrito?
P.D.: Sigo recibiendo adhesiones.
Lo he dicho y lo vuelvo a decir: no entiendo nada.
Credito
CHOLAGOGUE
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