¿Será que desaparecen las tiendas?

Las tiendas en Colombia han sido una institución nacional y sería lamentable dejarlas desaparecer por el aplastamiento de las grandes marcas.

Las tiendas de barrio han sido una institución en Colombia. Allí no sólo se congregan los integrantes del vecindario a proveerse de artículos de consumo de primera necesidad, sino también a departir con el tendero, con los visitantes; a informar y a informarse de todo el acontecer de su entorno y a distraerse del tedio que produce la rutina diaria.

En los sectores populares, cada cuadra tiene su tienda; allí hay un escenario no sólo para proveer, sino también para alentar la vida. El señor o la señora de la tienda sabe sobre las angustias y alegrías que se suscitan entre los habitantes y muchas veces se constituye en la voz de aliento o en la mano generosa que provee sin la paga inmediata.


Ahora nos encontramos con una sorpresa que no deja de producirnos asombro; que las grandes cadenas de almacenes pretenden reemplazar a las tiendas de barrio; se han inventado una figura denominada Supermercados Exprés o Almacenes por conveniencia, que no son otra cosa que una pequeña venta de mercancías al detal, lo más parecido a una tienda.


Desde luego que con elementos que incorporan la organización detallada, los muestrarios debidamente elaborados, la atención especializada y la modernidad en la operación.


Estos establecimientos están en capacidad de adquirir mercancías en grandes cantidades para proveer todos los almacenes de la cadena y sus herramientas operacionales les permite acceder a significativos descuentos y a toda clase de promociones, estableciendo de inmediato ventajas competitivas para aplastar a sus competidores, cualquiera que estos sean.


Es por ello, que no se puede dejar desamparados a los tenderos, a esa institución que hace parte de la vida cotidiana de los colombianos; aquellos que han dedicado su esfuerzo, muchas veces a través de varias generaciones, para dedicarse a un oficio encomiable, meritorio y lleno de sacrificios.


Según la Dirección de Estudios Económicos de Fenalco, en sólo Bogotá “se está abriendo una tienda Exprés por cada semana que pasa” y eso es un dato que ya debe sorprender a todas las ciudades, pues constituye un indicador que se replicará en el resto del país.


La acción por seguir debe estar encaminada al fortalecimiento de las asociaciones de tenderos, para que éstos puedan organizarse, analizar sus angustias y generar estrategias en donde estén identificados instrumentos como la capacitación, el mercadeo, el aprovechamiento de las compras al por mayor y el mejoramiento de la calidad de vida de los asociados.


No podemos perder de vista de que esas tiendas han estado en manos de colombianos ejemplares, que han prestado una labor social a todas luces meritoria y que se han sabido ganar un respeto de la sociedad por sus esfuerzos y desvelos. Las tiendas en Colombia han sido una institución nacional y sería lamentable dejarlas desaparecer por el aplastamiento de las grandes marcas.

Credito
EDUARDO DURÁN GÓMEZ

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