El ganador tendrá el desafío de enfrentar al actual mandatario que aspira a su cuarto periodo presidencial.

El debate político en Venezuela presenta grandes dificultades dada la enorme polarización que vive la sociedad y los problemas que la abruman. Por esta razón y con el propósito de contribuir a la transparencia que requiere este proceso, he sido invitado como observador de estas elecciones.

Nuestro propósito, siguiendo los principios que internacionalmente rigen este tipo de misiones de observación, será verificar el cumplimiento de las normas electorales vigentes, y evaluar si su implementación favorece o no el que las elecciones sean libres, justas y competitivas.

De igual forma esperamos que nuestra presencia y actividad contribuya en la construcción de confianza entre los actores políticos venezolanos de cara a las elecciones presidenciales.

La estabilidad democrática de Venezuela es un elemento de gran importancia para la región dado el liderazgo demostrado por este país, sus enormes recursos y para el caso colombiano por los dos mil 219 Kilómetros de frontera terrestre común. Para los colombianos hay un marcado interés en el desarrollo de este acompañamiento.

Las encuestas dan como ganador de estas primarias al actual Gobernador del Estado de Miranda Henrique Capriles Radonski.

Capriles se ha ganado el favor de los electores al presentarse como un candidato de centro, con experiencia en la administración pública, primero como Alcalde y luego como Gobernador, en donde obtuvo resultados significativos en materia de política social y desarrollo.

Aunque nada está escrito en piedra en un debate democrático en el que no solo se elige al mejor, sino a aquella persona que mejor pueda derrotar al Presidente Chávez. Algunos creen que al mismo Chávez le interesa el triunfo de Capriles para tener un contendor más vulnerable.

El camino que le espera al vencedor será difícil. Venezuela está cada vez más dividida entre la oposición y los partidarios del chavismo.

Como es obvio, un segmento importante de la población mantiene su adhesión al gobierno actual como consecuencia de los beneficios que ha recibido y por miedo a perderlos. Las restricciones que se han presentado en el ejercicio de algunas libertades no constituyen un factor de decisión.

El debate político en los próximos meses deberá dar mensajes creíbles a los ciudadanos que les permita vencer el miedo a creer que se perderán los beneficios y que esto es de menor gravedad respecto a una inseguridad desenfrenada o la perpetuación en el poder.