¿Para qué vibra Ibagué? (Parte 1)

Ismael Molina

El Gobierno municipal presentó el documento del plan de desarrollo municipal que tituló Ibagué Vibra, en su versión preliminar, donde se plasman los propósitos políticos, económicos, sociales, territoriales y administrativos de las actuales autoridades políticas del municipio.
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El Plan se entrega en medio de dos grandes retos para la ciudad: la pandemia de coronavirus que ha trastocado todo los procesos vitales en la ciudad, en el país y en el mundo y que debe tenerse en cuenta en las decisiones que se tomen sobre el desarrollo futuro de la ciudad. El segundo reto es el nivel de desempleo reportado por el Dane, de 18.6% de la fuerza laboral de la ciudad, el más alto reportado en la historia reciente de la ciudad y que tiene que ser una prioridad a resolver en el corto y mediano plazo por la administración municipal.

En los últimos 15 años Ibagué no ha salido de los primeros cinco lugares con mayor desempleo en el país, reiteradamente explicado como subproducto de la política económica del país, que no ha priorizado la economía productiva, particularmente la agroindustria, lo que ha llevado a la imposibilidad de un crecimiento sostenido en nuestra ciudad.

Frente a esta realidad, la respuesta de la dirigencia económica local ha sido absolutamente pobre y no ha podido identificar la vocación económica y territorial del municipio y las respuestas desde el sector público han sido insuficientes.

En el cuatrienio anterior, se dio un primer paso para generar conciencia de la relevancia de tener una respuesta local y autónoma frente a esta situación que se concretó en la creación de la Secretaría de Desarrollo Económico, en donde uno de sus objetivos misionales es generar las ventajas competitivas de la ciudad para tener un modelo de desarrollo que sea capaz de enfrentar el reto del desempleo estructural que padece la ciudad.

En el documento preliminar del Plan de Desarrollo se sostiene de manera reiterada que “Nuestra ciudad deberá estar integrada de manera funcional para explotar su vocación económica acorde con las ventajas del territorio, siendo competitiva para atraer grandes inversiones… y todo ello a fin de posicionar la marca Ibagué Ciudad Musical como destino turístico en la oferta nacional e internacional”. (Pág. 15). En la visión sostiene que “A 2037, Ibagué se consolidará como el generador de bienes y servicios de alto valor agregado para la región, promoviendo las oportunidades económicas, sociales y culturales de su población” (pág. 19).

Dentro de los pilares del Plan Ibagué Vibra se establece la competitividad económica entendida como el “fortalecimiento del sector productivo, la articulación de estrategias de desarrollo territorial y de políticas de asociatividad regional, el gobierno municipal promoverá el desarrollo de proyectos de alto impacto productivo”.

Al presentar tal componente se establece que la prioridad que “se propone es el proyecto Plataforma Logística de Ibagué: una apuesta por la competitividad que conecta Colombia”. (Pág. 95).

Esta es una idea repetida en los últimos 10 años sin que se haya producido cambio alguno en la ciudad. Al retomar el tema se tiene que señalar que las plataformas logísticas sólo funcionan si su localización conduce a una reducción de costos de transporte, o son puntos de origen o llegada de las mercancías o los costos de localización por el suelo y el urbanismo son tan bajos que logran compensar los costos de transporte. Si se revisan estos temas en la ciudad se puede señalar que no se cumplen y que la ventaja de localización que tiene la ciudad no es suficiente para una plataforma logística.

Si se insiste en el tema y se hacen acciones que puedan resolver su viabilidad, como sería una reducción en los costos del suelo y el urbanismo, quedan dos problemas que deben ser resueltos en una política de desarrollo regional: los crecientes costos de peajes de las carreteras nacionales y el problema de la entrada a Bogotá, que se ha convertido en una barrera para la productividad de la región central del país, donde una de las grandes afectadas es Ibagué. Ahora bien, llama la atención que al definir las políticas y proyectos específicos, todo lo relacionado con la plataforma logística desaparece del texto.

ISMAEL A. MOLINA GIRALDO

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