¿Para qué Vibra Ibagué? parte 3.

Ismael Molina

En esta tercera entrega sobre los alcances del Plan de Desarrollo Ibagué Vibra, nos enfocamos a analizar la situación del sector agropecuario y el turismo, para completar los sectores que el Plan Municipal de Desarrollo define en la dimensión económica y productiva.
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Miramos al sector agropecuario en función de dos objetivos: el papel del sector en la economía local y su aporte en la generación de empleo. Ibagué, hasta 1990 se caracterizó por tener una fuerte base económica en el sector agropecuario y agroindustrial que buscó consolidarse y transformarse a partir de las exenciones tributarias derivadas de la tragedia de Armero. Esta transformación no se logró afianzar y los cambios en el modelo económico nacional hacia una economía extractivista y neoliberal, han hecho que el sector agroindustrial haya perdido su representatividad económica y que la ciudad se haya visto envuelta en una crisis de identidad económica y de desempleo del que no ha podido salir. Pese a ello, en el sector agropecuario local subsiste la infraestructura productiva de la meseta de Ibagué y la existencia de gran capacidad empresarial que en la actualidad se ve desaprovechada. El apoyo que requiere el sector es la identificación de elementos de competitividad que les permita salir al mercado internacional y competir exitosamente en él. En ese contexto la investigación y la tecnología tienen sentido para identificar productos agroindustriales que cumplan con los requerimientos del mercado internacional, que permitan utilizar las ventajas comparativas que tiene el territorio (capacidad empresarial e infraestructura) y que se produzcan en condiciones de costo, calidad y volumen que sustituyan o complementen los actuales procesos productivos, especialmente el arroz. Iniciativas como la central de abastos o una planta de beneficio animal, imbuidas en un cluster de investigación en producción agropecuaria, como se ha venido proponiendo por algunos empresarios de la ciudad, podría ser importante para los objetivos de la política pública sectorial. En contraste, lo que está proponiendo el Plan Municipal de Desarrollo Ibagué Vibra, no toma en cuenta estas opciones y se concentra en pequeñas acciones, que pueden ser importantes como actividades complementarias el sector agropecuario, pero no logran ser el motor de arranque que actualmente requiere el sector. El turismo es un sector que en los últimos tres lustros siempre aparece como una importante opción para el desarrollo económico local y la generación de empleo, sin que se logre concretar en acciones efectivas para el territorio.

Es reiterada la enumeración de los atractivos turísticos de la ciudad y de las ventajas con que se cuenta en relación al clima, la asoleación, la localización, el acceso y otros. Todos estos elementos son ventajas comparativas, es decir, que pueden generarse en otros lugares en similares condiciones, pero no son ventajas competitivas que nacen de la generación de productos turísticos diferenciadores que no tiene la ciudad.

Si se quiere que el sector turístico juegue el papel que se le ha signado en el desarrollo económico de la ciudad, es imprescindible la identificación y puesta en marcha de ese o esos productos turísticos que hagan al territorio un destino competitivo para el sector.

Un elemento central en cualquier estrategia sobre turismo es la identificación de la vocación del territorio y su compromiso con el sector. En Ibagué son evidentes las ventajas que el territorio tiene para el sector, pero en la actualidad, con base en una norma ilegal, se prohíbe la vivienda campestre en el área rural, dando por resultado la imposibilidad de desarrollar legalmente el uso turístico de éstas áreas, pese a que la anterior administración dejó un proyecto completo de normativa, que bien debe ser estudiado y ajustado, si lo considera necesario, por parte de la administración municipal actual.

Al revisar el Plan Municipal de Desarrollo no se encuentra propósito sectorial alguno que tenga o pueda tener el propósito antes expresado y solo se encuentra, al igual que en otros sectores, la identificación de acciones obvias y de un alcance muy limitado, que no logran el objetivo para que el sector turismo vibre como líder del crecimiento y la generación de empleo en la ciudad.

Haciendo un recuento de la totalidad de la dimensión 2 del Plan de Desarrollo Ibagué Vibra, referente a “Ibagué Económica y Productiva”, se tiene que señalar que no se encuentran proyectos de envergadura que puedan servir como sectores líderes del crecimiento económico y de generación de empleo, que nos permita afirmar que vamos hacia una ciudad competitiva y que atraiga la inversión nacional y extranjera. En ese contexto, nos preguntamos, ¿Para qué Vibra Ibagué?.

ISMAEL A. MOLINA GIRALDO

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