La caja negra de la gran corrupción

María Yolanda Jaramillo G.

Se hace necesario conocer un poco la situación que precedió la “consulta anticorrupción”. “No es un capricho que se nos ocurrió. Fue el producto de la impotencia y del dolor ante el hecho de que el “Congreso” mediante el abuso de poder, hundió reiteradamente ocho (8) veces, estos proyectos de ley” – Angélica Lozano Vicepresidenta del Senado -.

Hundidos ocho (8) veces, esos proyectos, se tenía que acoger el plan B “la consulta” muy difícil, pero el grupo político que lideraba tenia conciencia plena de lo que significa ser elegido por voto popular, y ser parte de la institucionalidad del país.

Esas ocho (8) veces que el “Congreso” hundió los proyectos, hacen pensar que en sus mayorías son personajes de oscuros propósitos, que han convertido la corrupción en oportunidad de éxito político y económico, por ello, me atrevo a compararlo como la “caja negra de la gran corrupción”, gran corrupción como forma agravada, en relación con los actores que participan como representantes del pueblo colombiano, elegidos para conformar la agenda de gobierno pública, en beneficio del “bien común” de todos sus electores.

Para citar un solo ejemplo entre los muchos proyectos de la agenda de gobierno, el cual, lesiona uno de los tantos sectores más débiles de la población; el programa PAE con el cual se alimenta a los estudiantes más pobres del país; según ultimo informe hay 154 procesos de responsabilidad fiscal.

Esos procesos suman pérdidas de ochenta y cuatro mil millones de pesos a causa de la corrupción por mala administración de los recursos y sobrecostos. Además los desvíos del proyecto del programa tienen investigados a cinco gobernadores, siete exgobernadores, ocho alcaldes y cuarenta y cinco exalcaldes.

No es esto, suficiente alarma para dar el primer paso y actuar frente al abuso, de una posición pública o privada para obtener ganancias, beneficios y lucros con “prebendas” que legalmente no son admitidas, y mucho menos las merecen quien las usufructúa. Este ejemplo es uno entre mil de los casos de corrupción, en las instancias del gobierno en todos sus frentes.

En los últimos 20 años la corrupción ha llegado a la categoría de “clanes políticos de corrupción”, cuya principal característica es el “soborno” que corrompe las estructuras legales de la función administrativa. Sin “ética publica” es imposible acabar con la corrupción, para ello se hace necesario establecer conciencia que permita entender, que no debemos “idealizar políticas” que fracturen los principios que determinan la “Ética Pública”.

La consulta anticorrupción tiene la fuerza de ser política de estado con obligatoriedad de cumplimiento, porque es mandato popular para el Congreso.

Nota: Respetable concejal William Santiago, indeciso frente a la consulta anticorrupción, haga honor a sus electores, que busca siempre el bien común, por encima de las preferencias políticas, religiosas o intereses propios, hay que actuar en justicia.

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