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En efecto, quien se lleva la peor parte es el Gobierno Nacional y los partidos políticos afines, toda vez que, tienen la responsabilidad de dirigir al país y constantemente se mide el resultado de sus acciones, sin embargo, el gobierno del presidente Duque parece que se ha vuelto especialista en dar pasos en falso o como se dice coloquialmente: “en dar papaya”. Esta vez el tema es Avianca.
Como todos saben, Avianca es una de las empresas de aviación más grandes del país, con una participación del 45,5% del total de los pasajeros transportados en 2019 y en el transporte de carga, Avianca cuenta con el 31,6% de la participación del mercado. Pero resulta, que Avianca está atravesando una delicada crisis administrativa y financiera, prácticamente está quebrada, como consecuencia de los malos manejos de su dirigencia y lógicamente por la pandemia que la obligó a cancelar casi seis meses de las operaciones aéreas tanto nacionales como internacionales. Hasta ahí normal.
Entonces, el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Hacienda, utilizando el Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome), creado para mitigar las consecuencias económicas del coronavirus, decidió darle un crédito a Avianca hasta por $370 millones de dólares con vencimiento en noviembre de 2021. Las razones por las que el gobierno Duque le lanzó ese salvavidas a Avianca, son porque contribuye con aproximadamente 500.000 empleos directos e indirectos y su operación representa aproximadamente $14.6 billones de pesos al año para la economía colombiana.
De lo anterior me surgen varios interrogantes: ¿Qué garantías exigió el Gobierno Nacional como respaldo para hacer el préstamo?, ¿Por qué invertir en una empresa $370 millones de dólares, cuando en el mercado bursátil tiene un valor de $51,9 millones de dólares? Y por último, ¿por qué a Avianca; por qué no se apoyó a las miles de empresas colombianas que necesitaban apoyo y tuvieron que recurrir a los bancos?
Si es por contribución a la economía, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), las micro, pequeñas y medianas empresas representan el 80% del empleo del país, algo más de 16 millones de Colombianos, y el 90% del sector productivo nacional, por consiguiente, si el propósito con esa clase de acciones estatales era ayudar a la recuperación de la economía del país, el Gobierno Nacional debió invertir en nuestras Mypimes, no ponerlos a dar vueltas poniendo a los bancos como intermediarios para ponerles trabas y un sin fin de requisitos con el único objetivo de no prestarles.
Los errores de este gobierno continúan y son el alimento de las críticas de sus detractores; solo espero, que muchas de esas equivocaciones, no sean cometidas de mala fe.
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