Desayuno: Pasión reptil

Para quienes tienen compasión por especies diferentes a la humana porque saben que ellas también sienten dolor y sufren cuando las maltratan,

debió ser preocupante la noticia divulgada en días pasados en la que se daba cuenta de la captura, en Filipinas, de un gigantesco lagarto de aproximadamente seis metros de largo y más de una tonelada de peso. Debido a su tamaño, se aseguró, es el ejemplar vivo de su especie más grande que se ha conocido.

Cuando en Colombia se supo esta información hubo revuelo, especialmente en el Congreso, pues imaginaron que el detenido podría ser Roy Barreras. Los parlamentarios querían saber a qué horas y por qué razón la mesa directiva del Senado, encabezada por el "inmunizador" Corzo, había autorizado al colega para viajar a Filipinas. Pero lo que más molestó a sus compañeros fue que lo hubieran dejado ir solo y desarmado pues, decían, si los fantasmas que rondan los pasillos del Capitolio no hubieran hecho desaparecer parte de las pistolas que usan los congresistas para defenderse, con una Smith & Wesson en la mano él habría evitado semejante humillación.

De inmediato y como es costumbre en estos casos, se empezó a hablar de su lustrosa y zigzagueante carrera política que ha merecido siempre la admiración de los colombianos.

Se evocaron entonces sus comienzos cuando hizo parte de las juventudes galanistas, por lo que muchos se preguntaron: ¿Qué habría opinado Galán si le hubiera conocido esa gran capacidad para voltearse? Y siguieron los recuerdos: Luego de un fallido intento para llegar, como independiente, a la gobernación del Valle, su errátil embarcación echó anclas en Cambio Radical y, a nombre de ese movimiento, llegó a la Cámara en 2006. Pero, como acostumbran decir los "voltiarepas", la política es dinámica y a él, esa fuerza que produce movimiento, lo impulsó a levar anclas del partido que lo había conducido por primera vez al Congreso, para atracar su nave en el puerto de moda de entonces: El uribismo. De esta manera, en 2010, obtuvo credencial de Senador.

Previamente, a finales de 2009, cuando estaba en plena luna de miel cobijado bajo esa colcha de retazos llamada la U, se fue a la Sultana del Valle y, durante una reunión pública de pastores en la que acompañaba a Uribe, su admirado mayoral, por acatar una sugerencia de éste y de paso darse un "champús" de popularidad, aceptó entregarle como depositaria a una de las iglesias allí representadas, un lote de terreno que en ese momento estaba en poder la Dirección Nacional de Estupefacientes.    

Por esa insignificancia o, como diría Rodrigo Rivera, por tan peccata minuta, este aventajado exponente de la fauna política nacional, hoy acérrimo santista, tiene dos nuevas dificultades para afrontar: Una, ante el Consejo de Estado y otra, ante la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, ambas por presunto tráfico de influencias.

La situación no está fácil sobre todo porque sus malquerientes ya han empezado a recordarle aquel refrán que dice: Dime con quien andas y... Por eso, y con verdadero dolor de Patria porque su ausencia sería lamentable, es pertinente recomendarle que le iría mucho mejor quedándose en Filipinas, al fin y al cabo podría aprovechar que entre ese país y Colombia no existe tratado de extradición.

Credito
EDGAR ANÍBAL MOLANO LOZANO

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