El próximo domingo 26 de marzo se realizará en el municipio de Cajamarca la consulta popular en donde se le preguntará a sus habitantes: ¿Está usted de acuerdo Sí o No que en el Municipio de Cajamarca se ejecuten proyectos y actividades mineras?, lo anterior en el legítimo ejercicio de participación ciudadana consagrado en la constitución política y que, para el caso concreto, tiene jurisdicción exclusiva en este ente territorial.
Como era de esperarse, el debate sobre si se realizan o no actividades mineras en Cajamarca trascendió de sus fronteras territoriales y temáticas, convirtiendo la discusión en un asunto de índole nacional; debido a que el tema ya no trata aspectos técnicos y científicos que puedan determinar la conveniencia o el perjuicio del proyecto de explotación de oro en esta zona, sino que se le agregaron ingredientes de tipo ideológico y político que han contaminado el proceso democrático e incidiendo de manera negativa en la decisión que libremente deben adoptar los cajamarcunos.
Es necesario plantear, que un principio fundante del estado social de derecho es que las entidades territoriales son autónomas para decidir su desarrollo y futuro; así lo establece el artículo 1 de la constitución nacional: “Artículo 1. Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”.
Bajo ese criterio, es indispensable que los actores externos a Cajamarca, que quieren tomar posición frente a la decisión que allí se tomará el domingo se abstengan, más aún, si son sectores políticos que buscan tener réditos electorales allí, o los que encasillan las opiniones o voluntades de los demás aduciendo que son de derecha los que aprueban la minería porque están en contra del medio ambiente y que son de izquierda los que no avalan este tipo de actividad y si se preocupan por preservar la vida.
Por lo tanto, la consulta que se realizará este domingo es una fiesta democrática y participativa
que vivirán los habitantes de Cajamarca y que serán ellos, quienes de forma autónoma, tomen la decisión del beneficio o el deterioro que traerá a su municipio permitir si se hace en su suelo esta clase de minería; así que la intromisión de quienes somos ajenos a este proceso con opiniones, actitudes, acciones, sesgadas y radicales, solo produce polarización entre quienes a su saber y entender están a favor o en contra, distrayendo y distorsionando la información de quienes sí son los verdaderos protagonistas, los cajamarcunos.
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