Una vez más deseo afirmar que si Ibagué y el Tolima quieren crecer económicamente por encima de los promedios de crecimiento del país debemos ampliar nuestro parque industrial con el fin de participar en la demanda interna y en las exportaciones.

Obviamente el departamento debe apostarle a sectores cuya característica sea la de los rendimientos crecientes a escala, es decir, aquellos en donde la innovación genera ventajas competitivas.

Por ahora debiéramos empezar con impulsar la formación de una industria liviana que nos permita aprovechar el dinamismo en el consumo de los hogares. Creo que tendremos que revisar la visión 2025.

También quiero insistir que para lograr el crecimiento económico es necesario trabajar en la transformación productiva. Tal vez la única manera de aprovechar la demanda de alimentos en el mundo es hacer de nuestro sector agrícola un sector de agroalimentos y agroindustria, necesitamos entender que la producción de materias primas ya no basta para alcanzar altos niveles de crecimiento, se requiere que el departamento ofrezca bienes y productos adecuados a las exigencias de los nuevos mercados.

Me parece oportuno recordar que en el 2010 el Tolima tuvo un crecimiento negativo y que para poder salir de esa situación se debe hacer cambios en la estructura productiva del departamento.

Sin conocer las cifras departamentales para 2011, pero con base en las entregadas la semana pasada por el Dane, me atrevo a plantear que no habrá mayor diferencia con lo ocurrido anteriormente como quiera que en Colombia el sector agropecuario solo creció un punto (1.0), el de servicios sociales creció un punto siete (1.7) durante un año electoral y que la actividad económica que más aportó al crecimiento fue el de la explotación de minas y canteras con dos puntos (2.0).

También es conveniente resaltar que Bogotá, Antioquia, Valle, Santander, Cundinamarca y Atlántico son las regiones que más dinámica le agregan al crecimiento, representando aproximadamente un 65 por ciento del PIB nacional, situación que no es ajena al hecho de que allí está ubicado en su gran mayoría el parque industrial del país.

Solo participando de los mercados internos y externos lograremos avanzar en la formación bruta de capital. Solo aumentando la capacidad instalada de los sectores productivos en el Tolima podremos participar de la torta de la economía en el mediano y largo plazo.

La pregunta obligada para todos nosotros es si existe alguna estrategia a la vista que nos permita como departamento avanzar hacia la transformación productiva y aun mejor si existen algunas oportunidades para acceder a nuevos mercados.

La respuesta deberá encontrarse en los planes de desarrollo 2012-206, en particular el departamental, y en los tratados de libre comercio que Colombia firmó con otros países.

Me atrevo a afirmar que la internacionalización del Tolima es una de las vías, tal vez la mejor, para que el departamento obtenga mayores tasas de crecimiento económico.