Los seres humanos siempre necesitamos creer. Unos creen en la biblia, en “Dios”, en religiones, en el Bristol, en los negocios multinivel, en el dinero, en sus ideas y empresas o en mortales a los que idealizan hasta tal punto de creer ciegamente en ellos, entregarles sus pertenencias y exponerse a cualquier tipo de maltrato. Está muy bien que la gente se distraiga y encuentre distintas formas de darle sentido a su vida, pero en su andar, a veces escoge las peores maneras.

Esto es lo que se ha generado con la Iglesia Ministerial de Jesucristo que tiene 750 templos en 45 países y 5 continentes, además de oficinas en Madrid, Miami y Bogotá, iglesia fundada en Colombia en 1972 por Luis Eduardo Moreno y María Luisa Piraquive, actualmente su máxima líder, madre de la senadora Alexandra e Iván Darío Moreno quien fuera expulsado por su familia al declararse gay, y quien denunció a su madre en el año 2006, ante la muerte de su padre en 1996, cuando se negó a que le practicaran la autopsia, argumentando que el espíritu santo se lo iba a resucitar.

En enero de 2014, salieron a la luz pública varios videos donde María Luisa Piraquive dice a sus pastores que ninguna persona discapacitada puede predicar en su iglesia y los entrena para que puedan dar una respuesta “correcta” a los discapacitados en caso de aspirar a tal honor. Este video ha causado rechazo y ha puesto los ojos sobre la hermana María Luisa y su iglesia.

Esta misma señora se presentó el 12 de febrero de 2014 ante la Fiscalía para rendir indagatoria por el delito de presunto lavado de activos, los medios reseñan que sus propiedades en Colombia alcanzan los 12 mil millones de pesos y sus casas lujosas en Estados Unidos, aproximadamente 7 millones de dólares. Tras estos escándalos, feligreses retirados han salido a contar irregularidades que se cometen en dicha iglesia como prohibirles hablar con personas que no practiquen dicha religión, vender sus propiedades y entregarlas a la misma, y horrores como tener que tararear un centenar de canciones escritas, interpretadas y musicalizadas por la líder, que se promociona como la escogida por el señor y vende la premisa de “Primero creer en la hermana María Luisa antes que al Señor”.

A esto se suma el video de 2004 grabado en Armenia durante un culto donde Carlos Baena senador del partido político de esta iglesia, MIRA, dice a los fieles: “Permítanme la sinceridad, pero el día de marzo del 2006 voy y los recojo y los llevo a la urna y me cercioro si mis votos aparecen. No hay otra opción”. Dicho partido tiene tres senadores, una representante a la Cámara, siete diputados, 22 concejales y más de 300 ediles en Colombia, toda una plataforma política.

No me fue posible encontrar un número aproximado de seguidores de La hermana, su iglesia y partido político, pero otras cifras aquí expuestas nos dan una idea del nivel de incautos que ha logrado captar y del poder que alcanza en nuestra sociedad. Hoy me pregunto, cómo se está formando la gente, cómo cultivan sus mentes, intelecto y almas, porqué en el tiempo actual se presentan fenómenos tan decadentes como este, cuáles son los criterios de las personas para darle credibilidad a algo y poder a otras personas, dónde está nuestra capacidad de consciencia sobre lo racional y lo descabellado, y porqué no se escogen otras opciones más sanas, abiertas y democráticas para darle sentido a la vida más allá de una secta.