Crece, crece la audiencia

Como en el poema de Jorge Zalamea, “crece, crece la audiencia”, las plazas y parques se llenan de jóvenes en el mundo entero. Inmensas marchas se toman las calles. Las voces de distintas nacionalidades, etnias, partidos políticos, grupos religiosos se agrupan en un solo coro. ¡La juventud global ha despertado!

El pasado 15 de octubre miles de personas, hermanadas por frases como: “Pueblos de todo el mundo levantaos” hicieron presencia en 951 ciudades. Se   desfiló frente a la Bolsa de New York, la de Londres, Roma y, por supuesto,  recorrió avenidas de Washington, Miami y desde luego en Madrid, donde se inició  el movimiento el 15 de mayo pasado, inspirados en un librito escrito por el veterano Stephan Hessell, quien incita a la juventud a indignarse contra la avaricia de los políticos y los banqueros del mundo entero.

En Colombia, no se registró una marcha de “indignados” como tal, pero sí se  vivió un ambiente de protesta y de denuncias contundentes por parte de miles de jóvenes exigiéndole al gobierno el retiro de la Reforma a la Ley 30.

Aunque los medios de comunicación intentaron soslayar la fuerza de la protesta y derivaron sus titulares hacia los desmanes llevados a cabo por grupos minoritarios infiltrados, algunas voces ya comienzan a escucharse contra la farsa oficial y a tener reservas sobre todas “las bellezas” de las que habla la Ministra y el mismo gobierno expresó la posibilidad del diálogo.

En nuestra ciudad, cientos de estudiantes fueron por las calles coreando consignas en defensa de la universidad pública. Si bien es cierto, un reducido grupúsculo se aprovechó para dar rienda suelta a sus bárbaros instintos, la mayoría de manifestantes rechazó e impidió que se continuara con los desafueros. Por eso resulta extraño que los medios le dedicaran fotografías y páginas enteras a los destrozos y callaran sospechosamente la magnitud y justeza de la protesta.

Creo que se debe realizar un debate en el interior del movimiento para impedir el actuar de estos “vándalos” y con ello se dejarían sin argumentos a los que posan de objetivos y consecuentes, pero dedican sus esfuerzos a denigrar de los jóvenes y a descalificar sus protestas. También se acabaría con ese lastre de “tirapiedras” con que el imaginario popular identifica a los estudiantes y se ganaría mayor solidaridad de la ciudadanía.

En Ibagué se marchó también el pasado viernes contra la explotación minera  en “La Colosa”, allí se reunieron miles de personas entre campesinos, estudiantes, líderes comunitarios, gestores y promotores ecológicos. No hubo desmanes, tampoco cubrimiento de los medios nacionales, pero a pesar de ello los ibaguereños vieron la magnitud de la protesta popular.

“Crece, crece la audiencia”.


Credito
LIBARDO VARGAS CELEMÍN

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