Chocó, un grito de rebelión regional

Pedro Luis Zambrano

El Chocó es una región llena de leyendas y relatos, asiento de culturas precolombinas, tierra de palenques y cimarrones, allí el conquistador Martín Fernández de Enciso fundó a Santa María la Antigua del Darién, la primera ciudad que establecieron los europeos en suelo americano y Vasco Nuñez de Valboa descubrió el que denominó “Mar del Sur”, hoy Océano Pacífico.

Este territorio dependiente principalmente de la minería, con una agricultura de subsistencia, está poblado en su mayoría por afrocolombianos e indígenas y ha sido objeto del olvido y la indiferencia de todos los gobiernos. Ante tan adversa realidad, los chocoanos resolvieron declararse en rebelión, no se unieron a las festividades del 20 de julio y decidieron a partir del 17 de agosto manifestarse masivamente en las calles, en protesta por la discriminación que gravita sobre ellos.

Es comprensible que la voluntad de los chocoanos se incline hacia la rebelión, a juzgar por sus grandes problemas sin solución, como que su anhelada vía al mar, hace 50 años que se está construyendo y todavía le faltan 60 kilómetros. Se trata de un proyecto estratégico para comunicar sus cuatro grandes zonas: Pacífico, Baudó, San Juan y Atrato. La situación vial actual llega al extremo de que Quibdó, como capital, no tiene comunicación por tierra con municipios costeros importantes, como Bahía Solano y Nuquí.

Aducen otras carencias, por ejemplo en salud, que no cuentan con un hospital de nivel Tres y su mayor institución de este tipo, el San Francisco de Asís, tiene carencias elementales en todos los aspectos, goteras, techos a punto de derrumbarse, humedades en las paredes y camas y equipos médicos deteriorados. En el aspecto urbano, la capital, Quibdó, presenta deficientes servicios de agua y alcantarillado y problemas evidentes de aseo, lo que implica una crisis de saneamiento, además, las calles muestran los problemas de una movilidad desordenada.

La riqueza del Chocó es indiscutible, la minería de metales preciosos, la gran variedad de especies animales y vegetales que albergan sus selvas, los abundantes recursos hídricos y el potencial turístico ambiental son solo algunos de los elementos estratégicos de que dispone esta región. Pero, hay que preguntarse, si este departamento ha sido y sigue siendo relegado por el hecho de tener una mayoría de población negra, porque este si sería el comienzo de la lucha de todos por los chocoanos, el racismo no es tolerable.

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