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Un aspecto particularmente preocupante es su impacto en la pérdida de cabello, un tema que preocupa a muchas personas en Colombia y en todo el mundo. El experto en salud capilar, Andrés Martínez, CEO de Mediarte, arroja luz sobre esta relación y sus efectos.
El ciclo del cabello y su relación con el estrés
Señala que para comprender la relación entre el estrés y la pérdida de cabello, es necesario entender el ciclo de crecimiento capilar. En primer lugar, explica que los folículos capilares, encargados de producir el cabello, pasan por un ciclo constante de crecimiento y recambio, que es cuando dejan caer el cabello "viejo" para reemplazarlo por uno nuevo. Esto quiere decir que cada cierto tiempo los folículos renuevan cabello. Por lo anterior es normal que se caigan alrededor de 80 a 120 cabellos de manera natural
"Sin embargo,el estrés puede alterar este ciclo. Esto se manifiesta en un fenómeno conocido como efluvio telógeno, donde los folículos pasan prematuramente a la fase de recambio, resultando en una mayor caída de cabello."
El efluvio telógeno, en su mayoría, suele resolverse por sí solo a medida que el estrés disminuye. No obstante, este proceso puede causar preocupación y afectar emocionalmente a las personas, ya que la pérdida de cabello puede percibirse como una amenaza para la imagen personal.
¿Cómo el estrés puede contribuir a la caída del cabello?
Mediarte explica que el estrés puede afectar directamente el ciclo de crecimiento capilar debido a la elevación de los niveles de cortisol en el cuerpo. El cortisol es una hormona crucial para la supervivencia, pero cuando sus niveles se mantienen altos debido al estrés crónico, puede interrumpir el ciclo de crecimiento del cabello.
"El cortisol es esencial para preparar al cuerpo ante situaciones de estrés. Sin embargo, cuando se activa constantemente debido al estrés prolongado, afecta negativamente el funcionamiento de los folículos capilares", señala Martínez. Esto resulta en una mayor pérdida de cabello y un ciclo capilar desequilibrado.
Los efectos del estrés en los folículos capilares pueden manifestarse entre seis semanas y seis meses después de un evento estresante, y generalmente son reversibles cuando se vuelve a controlar.
¿Cómo saber si el estrés es la causa de la alopecia?
Identificar la pérdida de cabello relacionada con el estrés puede no ser sencillo, ya que no presenta signos distintivos. La caída anormal del cabello es el síntoma principal, que a menudo se nota al lavarse o peinarse. Las personas también informan encontrar cabellos en lugares inusuales, como la almohada, la ropa o el escritorio.
En casos de alopecia areata, una forma de pérdida de cabello relacionada con el estrés, se pueden observar zonas redondas sin cabello en el cuero cabelludo. Estas áreas, a menudo llamadas "monedas", son un signo distintivo de esta afección.
Por esto, es fundamental que las personas busquen ayuda médica cuando noten una pérdida anormal de cabello para determinar su causa y recibir el tratamiento adecuado.
Factores emocionales y psicológicos que agravan la pérdida de cabello relacionada con el estrés
La relación entre el estrés y la pérdida de cabello es un círculo vicioso en el cual uno empeora el otro. El CEO de Mediarte señala que "el estrés puede generar ansiedad en las personas al ver cómo su cabello se cae, lo que, a su vez, aumenta el estrés. Además, el estrés crónico puede llevar a trastornos de ansiedad y depresión, que también afectan negativamente el equilibrio hormonal y la salud en general."
La depresión a menudo conduce a descuidar los cuidados personales, lo que puede empeorar la salud capilar. Malos hábitos alimenticios y la falta de sueño adecuado también contribuyen a la pérdida de cabello.
Medidas para reducir el impacto del estrés en la salud de su cabello
Tanto para reducir el impacto en la salud del cabello como en la salud en general, es importante adoptar prácticas que promuevan el bienestar general. Martínez de Mediarte recomienda las siguientes actividades para controlar los niveles de cortisol y reducir los efectos perjudiciales del estrés en el cabello y el cuerpo:
- Gestión del estrés: aprender a manejar el estrés es clave. La práctica de actividades como la meditación, ejercicios de respiración, el yoga y la actividad física ayudará a controlar los niveles de cortisol y reducirá los efectos negativos en el cabello y el cuerpo.
- Alimentación equilibrada: mantener una dieta rica en proteínas y vitaminas esenciales fortalecerá los folículos capilares y el cabello. Incluye alimentos como frutas, verduras, pescado, huevos y legumbres en tu dieta.
- Descanso y sueño: asegúrate de dormir lo suficiente para permitir la regeneración celular y la reparación del cuerpo. Un sueño adecuado es esencial para mantener un cabello saludable.
- Atención al cuero cabelludo: cuida adecuadamente tu cuero cabelludo, ya que un cuero cabelludo sano es esencial para tener un cabello fuerte. Utiliza productos de cuidado capilar suaves y adecuados para tu tipo de cabello.
- Consulta temprana: Si notas una caída anormal del cabello, busca atención médica de inmediato. Cuanto antes se aborde el problema, mayores serán las posibilidades de éxito en el tratamiento.
Mediarte se especializa en salud capilar y ofrece consultas de valoración con especialistas capilares. “Nuestros expertos realizan una evaluación exhaustiva del paciente y proporcionan tratamiento médico, como terapias capilares, diseñadas para detener la caída anormal del cabello, estabilizar los folículos y restaurar los ciclos normales del cabello. También brindamos recomendaciones sobre hábitos saludables para el manejo del estrés", asegura el especialista.
En cuanto a los tratamientos, Mediarte ofrece terapias capilares que estimulan la circulación sanguínea, nutren los folículos y ayudan a estabilizar el ciclo de producción del cabello. Estas terapias son esenciales para revertir el daño causado por el estrés en el cabello y restaurar la salud capilar de los pacientes.
La prevención y el tratamiento de la pérdida de cabello relacionada con el estrés no solo contribuyen a una apariencia saludable, sino que también promueven el bienestar emocional de las personas, permitiéndoles enfrentar los desafíos de la vida con confianza y autoestima.
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