Un reconocimiento musical con más que talento y fe

CAMILO YEPES - EL NUEVO DÍA
Zully Alejandra Casallas Herrera canta y toca el oboe en la Banda Sinfónica del Tolima; gracias a su dedicación, viajará este lunes a Estados Unidos a profundizar sus conocimientos gracias a una beca en la Universidad del Sur de Mississippi.

Cada vez que en un concierto de la Banda Sinfónica del Tolima a Zully Alejandra Casallas Herrera se le oía cantar el Bunde tolimense o emanar un sonido de su inseparable oboe como solista, era inevitable prever que una gran oportunidad llegaría a su carrera musical.

El mérito de haber obtenido una beca completa para estudio profesional en Oboe y Canto en la Universidad del Sur de Misssissippi, en Estados Unidos, es más que un aliciente para que esta ibaguereña de 20 años de edad siga creyendo en Dios, como desde que nació, y en su talento, como cuando inició sus estudios en el bachillerato del Conservatorio del Tolima.

Toda esta nueva etapa en su vida es parte de un proceso que felizmente inició en enero de este año, fecha en que recibió la buena nueva, y que, luego de que le fuera aprobada la visa en junio pasado, reanudará este lunes, cuando emprenda el viaje definitivo pero temporal hacia el país del Norte.

Serán cuatro años y medio en los que, a pesar de extrañar profundamente familia, amigos y banda, demostrará que en el Tolima son muchos los que con ímpetu, valentía, fe y amor por la música han irrigado el mundo con su testimonio.

“Sobre todas las cosas, que Dios es muy grande y me ha abierto puertas; también que aquí hay una alta calidad musical, que los ibaguereños hemos rodeado Colombia y el extranjero mostrando esa capacidad que tenemos”, expresó, visiblemente emocionada tras el que sería su penúltimo concierto con la Banda antes de partir.

La selección

Presentando videos en enero, con obras en orquesta y en instrumento solo, que fueron luego revisadas por una comisión de maestros de Viento de la Universidad del Sur de Mississippi, Zully Alejandra buscó la beca y la consiguió.

Comenzará con un curso de inglés de un semestre; luego pasará a sus estudios profesionales y, cuando termine, “como Dios vaya organizando, veré si puedo quedarme un tiempo ahí y trabajar o venir a aplicar conocimientos aquí al país, que sería fantástico”.

Ser constante

La vocación y la devoción que Zully Alejandra demuestra diariamente es una gran virtud para quienes están constantemente cerca de ella; tal es el caso del maestro Reynaldo Murillo, director de la Banda Sinfónica.

“Es una mujer muy valiosa, bien puesta, pensante y talentosa”, sostuvo, al reconocer que durante el año que completa justo este mes en la agrupación, se ha destacado por su voz y el manejo del oboe, en los distintos escenarios a que han acudido.

En síntesis, Coello, Espinal, Chaparral, Armero - Guayabal (en donde cantó y tocó para el presidente Juan Manuel Santos, en la conmemoración de los 25 años de la erupción del Nevado del Ruiz), Piedras y Melgar, al igual que Neiva, han sido testigos de su talento y de su fe.

“Tiene una fe muy grande; es más, la oración que elevó anoche (el miércoles), antes del concierto de despedida, me conmovió, pues lo hizo con seguridad y convicción. Va para grandes cosas”, añadió.

Justo y necesario

En efecto, así ha sido Dios en su vida. Viene de un hogar sencillo y formado con toda la fe cristiana, lo que le ha hecho dedicar cada paso a Él.

Desde el ser hija única y poder entregarse por completo a su familia, ingresar al Conservatorio y estudiar sus pedacitos de música en la Nacional hasta pertenecer a la Banda y ahora recibir ese gran premio a su esfuerzo, para ella, vienen de arriba.

“Dios me abrió las puertas para estudiar en los Estados Unidos y, de verdad, me puso en gracia. Creo que ha encontrado el propósito real para mí y todo el proceso ha venido de su mano ayudándome y va conmigo dándome grandes oportunidades”, aseguró.

Sus pilares de academia

Desde que ingresó al bachillerato en el Conservatorio, su avance en la música, destaca Zully Alejandra, ha sido gran motivación, gracias al aporte que músicos de trayectoria le han entregado a partir de entonces, a quienes no deja de agradecer.

Reconoció, así, a maestros como Verenice Peralta, con quien recibió formación en el oboe durante sus ocho años de estadía en el claustro; además, a Harold Cáceres, Andreas Schneider y Carlos Villanueva, su actual maestro (estos dos últimos de la Universidad Nacional).

Pero también descubrió el canto. “En grado Noveno hice enfasis en la Escuela de Música, donde trabajé mis primeros pinitos en canto con la maestra Olga Arciniegas, una excelente maestra que me dio todo lo que conoce y a quien debo ese desarrollo vocal.

“Ahora, tengo el gran honor de decir que soy alumna del maestro Ramón Calzadilla desde hace un año, de los mejores cantantes que se haya conocido, con una gran calidad humana impresionante, con un gran conocimiento. La Escuela me ha facilitado todo para estar ahí”, afirmó.


“Todo es un proceso”

El viaje implicará para ella, por supuesto, desprenderse de cosas como el ambiente familiar, por ejemplo, una casa ubicada en el barrio El Arado y que tan solo conforman ella y sus padres, quienes, a pesar de todo, “están muy contentos y tranquilos”, expresó.

También de su mundo académico, el de su tierra, será difícil despegarse por estos años en que estará afuera. “Me enamoré de cada lugar; extrañaré maestros, compañeros y salidas, pero todo es un proceso que se acumula para bien y sé que es para después dar mayores frutos”, puntualizó.

La otra cara del proceso la tiene el maestro Reynaldo Murillo, a quien le inquieta la pregunta “ahora, ¿quién cantará el Bunde y los himnos?”.

Su banda

Ingresó hace un año en esta agrupación, tiempo suficiente para reconocerla como un grupo “con calidad humana, talento musical y ganas de hacer las cosas bien; tal vez en algunas ocasiones no tengamos todo el respaldo (económico), pero siempre sus músicos permanecen con el deseo de hacer música en tiempos de abundancia o de escasez”.

La Dirección de Cultura departamental confiere tradicionalmente recursos a la Banda por sus conciertos de temporada. Los del concierto del miércoles fueron destinados al viaje de Zully Alejandra, propósito para el que fueron donados dos millones 700 mil pesos por la Banda Sinfónica del Tolima.

Credito
HERNÁN CAMILO YEPES VÁSQUEZ

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