Todo un esfuerzo para una buena exposición

SUMINISTRADAS - EL NUEVO DÍA
No es un secreto que todo museo debe disponer de logística y dinero para sostener una exposición. El esfuerzo en el Museo de Arte del Tolima, aunque difícil de percibir, es grande. Cuarta entrega sobre el MAT.

“Obras son amores...” reza aquel adagio popular; sin embargo, cuando se habla de divulgar y sostener una exposición, como las que anualmente ofrece el Museo de Arte del Tolima (MAT), los amores se traducen en dinero y logística.

Y es que en las más de 100 muestras que han sido colgadas en las paredes de este recinto cultural, en sus primeros ocho años de existencia, se esconden planeación, contactos, ajetreos y diligencias que sólo pueden percibir quienes lo hacen.

“Cuando vienen y ven montadas las obras, creen que sólo es eso, pero un museo es igual que en una empresa, pues hay que cumplir con tantas cosas, por lo que vivimos apretadísimos de tiempo y corriendo”, expresó María Márgareth Bonilla Morales, directora del MAT.

Variedad de gastos

Uno de los parámetros, si bien el primordial, que se debe tener en cuenta a la hora de dar apertura a un talento más en las siete salas que posee el MAT, es la inversión de que requiere todo su proceso, desde la adquisición hasta la devolución.

“Lo menos que puede costar una exposición son siete millones de pesos; lo más, 300 millones”, indicó Bonilla Morales, al referirse a que ese costo lo demandó la exposición 'Botero en Ibagué', en septiembre y octubre de 2008.

De esta cifra no existe discriminación entre qué cuesta menos y qué exige más inversión, pues tanto el montaje y la divulgación en los medios como los registros gráfico y audiovisual tienen sus costos. “Todo es un conjunto. Todo vale”, aseveró.

Por ello reconoció que son importantes los convenios que han adelantado con las entidades gubernamentales, al igual que el reducido cobro de ingreso al recinto, pues se ayuda a compensar estas necesidades.

Sin embargo, un tiempo crítico para planear exposiciones es el principio de año, debido a la renovación de convenios y presupuestos, pues “las sumas son muy bajas y hay que estar quietos frente a eso. Ya cuando empiezan a legalizarse los convenios, todo cambia”.

Logística ardua
Y sumándose al factor dinero está el movimiento de personal y los contactos que las directivas del Museo deben establecer con quienes van a llevar sus registros pictóricos o escultóricos a las salas.

“Previo a cada exposición hay un contacto permanente con el galerista, las embajadas y los artistas, alojarlos, pagar los tiquetes aéreos, comida y devolución”, indicó.

Y agregó que “las exposiciones duran cerca de dos meses. Los primeros días son para registro e informes, y de una vez empezamos a trabajar en la siguiente muestra. El trabajo incluso se cruza”.

Incluso en la llegada de fin de año se genera más responsabilidad, pues esta época es la adecuada para planear lo que aparecerá en el Museo el año venidero, lo que demanda una exigencia mucho mayor.

“El hecho de que hubiéramos terminado año no quería decir que estuviésemos tranquilos, pues también están los talleres y las actividades en los colegios, y es una cotidianidad ardua en el Museo”, complementó.

Y como la intención del Museo desde el principio fue convertirse en un punto clave para la difusión del arte de la región, el país y el mundo, el criterio para escoger las obras participantes es definitivo.

“Muchos artistas nos envían solicitudes y éstas se envían al Comité Artístico del Museo. Quisiéramos tenerlos a todos, pero hay que tener muestras de todas partes, porque un museo está relacionado con el turismo cultural, y es para que una ciudad sea más internacional”, dijo.

Esto porque al Museo, según aclaró, “vienen críticos, curadores y visitantes en general. Para ello se hace una coordinación con la Red de Museos, los galeristas y los mismos expositores”, con el fin de elaborar el cronograma actual sin contratiempos.

Para 2012
Falta mucho para terminar este año, y para ese transcurso están planeadas las siguientes muestras:
-Festival de Junio (con posible muestra de Raquel Paz, ganadora del premio de adquisición de Julio Fajardo)
-'22 Salón Tolimense de Fotografía' (con Floriberto Cardona y Jesús Rojas Oviedo)
-'Síntesis Gráfica'
-Colectiva de artistas mexicanos
-'Universos femeninos'
-Leticia Zubillaga, pintora mexicana
-Édgar Negret, para el noveno año del MAT
-Ignacio Iturria y José Gamarra (uruguayos)

Las más recordadas
Destacados tolimenses, colombianos y extranjeros han ocupado las paredes de este recinto, en exposiciones que han dejado huella ante el público de todas las edades y todos los rincones del mundo.

Desde la Pinacoteca, valiosa colección del Departamentop con que se dio inauguración, en diciembre de 2003, al Museo, hasta la más reciente, 'Monumentalis', de Gustavo Vélez, todas han tenido su rasgo particular.

Entre las más características están: imágenes de arquitectura austriaca, Miguel Díaz Vargas (de finales de siglo XIX), Leo Matiz, Frida Kahlo y Diego Rivera, Suramericana de Seguros y Fernando Botero.

“Botero marcó un hito en la historia tolimense, se trajo conjuntamente con la Gobernación, la Alcaldía, la Cámara de Comercio y el Ministerio de Cultura. Quisimos que el público conociera más de su obra y por eso otros galeristas prestaron más obra.

“Incluso el grupo creativo montó las salas 'Mundo Botero', con juegos didácticos para conocer las obras de Botero. Para sorpresa nuestra terminaron convirtiéndose en visitas de todo público”, explicó. Con 70 mil visitantes, 'Botero' se convirtió en todo un récord de ámbito nacional.

También, Bonilla Morales destacó a Grandes Maestros, Ómar Rayo, Caricaturas de Manuel Antonio Bonilla y una de Filatelia en 2004, al igual que los variados salones tolimenses.

En cuanto a fotografía, están el Salón Tolimense, con 21 ediciones. “Ibagué antigua, del Tigre Camacho; Juan Manuel Vargas, Libertad Restrepo, Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo, Miguel Ángel Rojas, Heriberto Cogollo, Darío Ortiz Robledo y 10x10+1”, destacó.
Y en lo que compete a la escultura, además de Botero han pasado exponentes como el tolimense Germán Botero, el paisa Gustavo Vélez y el oriental Takashi Yukawa (en la muestra Incontro a Pietrasanta), Pedro Tyler y el argentino Claudio Gallina.

Credito
HERNÁN CAMILO YEPES VÁSQUEZ

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