La Navidad, un llamado a la reflexión

Aunque la manera como se celebra esta época del año ha ido cambiado centrándose en lo comercial, la iglesia Católica insiste en que no se pueden priorizar elementos secundarios y que diciembre debe estar encaminado a reflexionar sobre la familia y las problemáticas que vive el mundo.

Oraciones y cantos alrededor del pesebre y el árbol de Navidad, desde ayer se empezaron a escuchar en los hogares colombianos así como en centros comerciales y parques, dando inicio a la Novena de Aguinaldos.

Esta tradición que se realiza durante nueve días con el fin de alabar al Señor y conmemorar el nacimiento del Niño Jesús en el portal de Belén, es desconocida en muchos países del mundo.


Un poco de historia
De acuerdo con monseñor Gustavo Vásquez Montoya, vicario de la pastoral de la Arquidiócesis de Ibagué la tradición tiene un origen teológico “que es celebrar el misterio de la encarnación del hijo de Dios, que nace en Belén de Judá, luego viene como lo celebra la iglesia; una vez que las comunidades cristianas van surgiendo, empiezan a rememorar los grandes misterios de la salvación; el primero que celebran es la Pascua, es decir, la muerte y la resurrección de Cristo; más adelante con el paso del tiempo se ve que es necesario celebrar también su nacimiento”.

“Como el Cristianismo se estaba introduciendo en la cultura romana había una celebración alrededor del 25 de diciembre que era la fiesta del Sol invencible, entonces esta fue reemplazada por los cristianos por la fiesta del verdadero Sol invencible, la luz del mundo que es Cristo, y por eso la fecha del 25 de diciembre se celebra la Navidad”.


Se dice que San Francisco de Asís en la nochebuena de 1223, por primera vez ubicó figuras para representar la escena del nacimiento -lo que el evangelio narraba -de ahí se fue popularizando la instalación de éstos en las iglesias y distintos lugares durante la Navidad hasta hacerse costumbre.


En cuanto a la novena, su creación se le atribuye a Fray Fernando de Jesús Larrea un franciscano nacido en Quito en 1700, quien la escribió a finales del siglo XVIII y la envió a la fundadora del Colegio La Enseñanza en Bogotá, doña Clemencia de Jesús Caycedo Vélez.


En el siglo XIX, una de las religiosas de La Enseñanza, la madre María Ignacia (su nombre verdadero fue Bertilda Samper Acosta) reformó el texto de la novena y compuso los “gozos”.


Los símbolos navideños
Después del pesebre surge una costumbre en el norte de Europa que es de vestir la corona de Adviento: “Una corona con cuatro velitas que se van encendiendo cada domingo antes de Navidad, para indicar que Cristo es la gran luz del mundo, que tenemos esperanza de que Cristo nazca en el mundo y renazca en nuestros corazones”, dijo el religioso.

El árbol navideño tiene origen en Alemania en 1605 y se implantó con el fin de ambientar el frío de diciembre, posteriormente la costumbre se fue extendiendo por todo el mundo. Para su decoración, en la actualidad se utilizan luces, esferas, moños u otras figuras.


Para Monseñor Vásquez, otro de los símbolos de Navidad que se sumó es el papá Noel, “tomando como fundamento un pasaje bíblico que es el de los reyes magos, pero en lugar de tres, tenemos uno que es el papá Noel, es decir el papá navidad, que trae regalos”.



La celebración
Junto a la novena de Aguinaldos, donde la figura central es el Niño Jesús, se entonan villancicos acompañados de instrumentos como tambores, flautas, panderetas y maracas. Además, al final de cada encuentro, se ofrecen refrigerios donde la natilla, los buñuelos y el dulce no pueden faltar.

Alrededor de esta celebración, se tejen algunas costumbres como escribir la carta al niño Jesús pidiéndole regalos, compartir comida típica entre vecinos, regalar tarjetas, anchetas, ‘matrimonios’ compuestos por vino y galletas, la cena navideña e incluso elevar globos hacen parte de las actividades que año tras año contagian a niños y adultos.


¿Cómo la celebra el catolicismo?
Monseñor Gustavo Vásquez, señaló que aunque en la actualidad los católicos tienen en cuenta el pesebre, la novena y los villancicos, la iglesia está haciendo énfasis en la reflexión: “Estamos introduciendo mensajes para la época, por ejemplo oramos por la familia, la paz, las necesidades que hay en el mundo entero, para que la dignidad de la persona se respete. En el caso nuestro, este año en Ibagué queremos insistir mucho en el tema de renovarnos en la fe, para que a partir de ahí sigamos fortaleciendo la vida cristiana.

“Tenemos  que aceptar que también en el mundo moderno, los mismos medios de comunicación amplifican estas celebraciones y hay algunos matices que se van tomando, entre ellos el cultural y el folclórico, y a veces descuidamos un poco la centralidad de la novena que es el nacimiento de Jesús; el gran esfuerzo de la iglesia es por mantener lo tradicional y fundamental y aceptar los otros  elementos sin darles prioridad o primacía a lo secundario”.

Credito
EL NUEVO DÍA

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