Por estos días en miles de tolimenses reina la ilusión de reunir en casa a familiares y amigos más queridos, bajo un cálido ambiente inspirado en la magia de la Nochebuena, en el que la mesa se convierte en el elemento fundamental.

La elección del mantel, los platos y los cubiertos son una pieza clave, más aún los centros de mesa, ese toque que le brinda diseño y armonía al espacio. Su elección debe hacerse teniendo en cuenta algunos parámetros, entre ellos el tamaño, según Santiago Cabrera, presidente del Club de Jardinería de Ibagué.

Para él, esta pieza no requiere de una alta inversión sino más bien de un poco de ingenio y creatividad, ya sea para mezclar los elementos que se tienen en casa o para crear un accesorio original utilizando algunas flores, chamizos y follajes propio de temporada.

Estos centros de mesa no debe superar los 30 centímetros de altura, contados a partir de la base de la mesa, de lo contrario se convertirán en un obstáculo para el contacto visual entre los invitados.

“Si el arreglo es muy alto evita la visibilidad, es decir no permite que nos veamos con las personas del frente, y eso es un error imperdonable”, indicó Cabrera.

También es pertinente tener en cuenta el tamaño de la mesa, ya que el diseño central no puede ocupar mucho espacio, pues genera inconveniente para organizar la cena y los utensilios. Lo ideal es escoger uno proporcional que dé libertad a los comensales, puede ser bajo y alargado.

Igualmente, en una mesa grande se pueden utilizar hasta tres centros de mesa de mediana altura, acompañados de detalles de velas, dulces dorados y elementos decorativos exclusivos de esta época.

Es indicado un candelabro dorado con unas velas rojas o verdes; un arreglo con rosas rojas, claveles o anturios, con algún follaje verde. Este diseño floral no debe superar el 30 por ciento del espacio de la mesa.

En el caso de que la mesa sea estilo bufé, Santigo Cabrera, sugiere ubicar el centro de mesa en una esquina, adornado de manzanas de agua, uvas verdes y fresas rojas.
    
Volver a lo tradicional
Algunos de los socios del Club de Jardinería de Ibagué indicaron a esta redacción que es vital al vestir la mesa para la cena de Navidad volver a lo tradicional, entendido como los colores rojo, verde y dorado, ya que si bien el azul, el plateado, el naranja y el fucsia están en furor, son tonalidades que se alejan a la autentica fiesta americana, de la que procede nuestra celebración colombiana.

Es así, que sugieren utilizar un mantel rojo o verde, de ser blanco que tenga estampados alusivos al Papá Noel, los renos, campanas, corona de adviento o árboles.

Si se elige un mantel verde, las servilletas, preferiblemente, deben ser rojas, o viceversa. La vajilla puede ser blanca o con algunos elementos navideños. Igualmente de un color contrastante con el mantel, ejemplo si este es verde que sea roja.