Perder peso a partir de los 50 no es imposible

El azafrán, la fibra o las colas de cereza, algunas de las sustancias naturales para controlar el hambre y la ansiedad, según la especialista Meritxell Martí, quien compartió algunos de sus saberes sobre cómo debemos cuidarnos para sentirnos sanos y llenos de vitalidad en la edad madura.

Con el paso de los años, notamos como nuestro organismo cambia, se pierde agua y se gana grasa en diversas zonas del cuerpo.

Cuando nacemos el organismo contiene hasta un 75 por ciento de agua y con la edad ese contenido puede disminuir hasta el 60 por ciento, pero ¿se puede adelgazar en la menopausia?, ¿cómo evitar la pérdida de elasticidad?, ¿cómo hacer que nuestra piel no esté flácida?, ¿cuáles son los errores que solemos cometer en edades más avanzadas?, ¿qué sustancias naturales pueden ser beneficiosas en esta fase?, ¿qué sucede en el caso de los hombres?

Estas son algunas de las preguntas a las que la farmacéutica Meritxell Martí da respuesta en su libro ‘Vivir sano, sentirse bien’, en el que ayuda al lector con trucos, recomendaciones e información para disfrutar de una vida plena y saludable, y que compartió con EL NUEVO DÍA.

Grasa en el rostro

A lo largo de los años, la grasa situada en la cara se pierde o baja su posición dentro del rostro. Además, cuando se adelgaza a partir de los 50 parece que la imagen de delgadez es mayor de la que es en realidad. Si se coge algún kilo, la cara se verá más rellena y más juvenil.

Con la edad, podemos ver que la musculatura se relaja, aumenta la flacidez y se pierde elasticidad. En el caso de que se pierda mucho peso, los sobrantes de piel serán mucho más visibles y dará la sensación de tener una piel más envejecida. La barriga también baja de altura con el paso de los años, no significa que estemos más gordos, si no que la grasa se redistribuye y puede dar lugar a una sensación errónea de gordura.

¿Cuáles son los pasos que hay que seguir?

* Aumentar el contenido en proteínas, que sacian más y no contienen tantas calorías como las grasas. Además, ayudarán a aumentar la masa muscular.

* Eliminar el máximo posible los azúcares simples y refinados.

* Controlar el consumo de frutas; es preferible comer poca cantidad y con bajo contenido en azúcares y decantarse por las verduras.

* Disminuir el contenido de las grasas como las frituras e, incluir en la dieta grasas saludables.

* Beber agua de manera constante, a pesar de que con la edad se pierden las ganas de beber.

* Procurar dormir más horas; estar despierto hasta tarde va a aumentar los niveles de grealina, hormona que nos provoca tener más hambre y picar entre horas.

* Hacer un día de abstinencia o eliminar la cena (ocasionalmente).

* Comer menos y añadir algún alimento con fibras completas.

* No hacer ejercicio intenso cada día, alternarlo a intervalos, durante tres o cuatro días a la semana. Se recomienda hacer, pero existen otros ejercicios adecuados como el yoga, pilates, estiramientos, Tai chi, paseos o meditación.

Menopausia y cambios hormonales

Cuando se pasa de cierta edad, los cambios hormonales van a dificultar la pérdida de peso. Junto con la menopausia, se disminuye la producción de la hormona tiroidea, lo que provoca que el metabolismo sea más lento.

Principalmente, hay dos hormonas que serán responsables de que engordemos, y con las que hay que tener más cuidado con el paso del tiempo:

La insulina: esta hormona se segrega cuando comemos azúcares. Si se ingieren pocas calorías, pero estas son principalmente azúcares, será más difícil que ese peso o la grasa depositada se pierda y es más probable que se pierda masa muscular.

El cortisol: es la segunda responsable de que engordemos, se produce cuando padecemos estrés y, al igual que la insulina, va a provocar que acumulemos grasa.

Errores que se suelen cometer para adelgazar en esas edades.

* Hacer una dieta rica en grasas aumentará el contenido de calorías ingeridas.

* Consumir mucha cantidad de fruta demasiado dulce aumentará los niveles de insulina, lo que provocará que se consuma el azúcar sanguíneo, pero que se queden las grasas.

* Picar a menudo alimentos dulces o bastante grasos, sobre todo por la tarde o noche. Es habitual comer chocolate o embutidos por la noche, lo que es un grave error.

* Realizar ejercicio de manera intensa puede estresar al organismo, ya que hará aumentar los niveles de cortisol y provocar que se acumulen las reservas de grasas.

* Beber poco; esto hará que a nuestro organismo le cueste más eliminar las toxinas y excesos.

Credito
REDACCIÓN SOCIALES

Comentarios