Esta producción, en su primera temporada, se convirtió en todo un clásico del canal Discovery Channel. En el 2001 se emitió por primera vez Planeta Azul, que marcó un hipo en este tipo de producciones, pues nunca antes se había llegado tan lejos a la hora de explorar y mostrar la vida submarina.

Han pasado más de 17 años y gracias a los adelantos tecnológicos en la grabación debajo del agua han sido muchos, por lo que esta producción ha logrado estar presente en los últimos descubrimientos científicos, peor en especial, de las amenazas a las que están sometidos los océanos y sus criaturas.

Ha sido un trabajo de cuatro años con un equipo que realizó 125 expediciones en 39 países, con mil 500 días en el mar y más de seis mil horas grabando bajo el agua en todos los océanos, accediendo a lugares jamás filmados, donde lograron captar comportamientos sorprendentes e incluso descubrieron nuevas especies.

Es una de las producciones más costosas que se han realizado dentro del género de la serie documental natural.

INEXPLORADO

El 70 por ciento de la superficie de la Tierra está cubierta por los océanos. Sin embargo, esta sigue siendo su parte menos explorada. ‘Planeta Azul 2’ busca comprender su importancia, conocer las problemáticas que lo amenazan y descubrir algunas de las más extrañas especies que lo habitan.

Presentada por el actor, productor y director mexicano Gael García Bernal, la serie explora, en el primero de sus siete episodios, la forma en la que los océanos se relacionan entre sí. En los siguientes cinco episodios, la producción original de BBC explora diferentes hábitats y sus misterios: las costas, los arrecifes de coral, los bosques y praderas bajo el agua, el mar abierto y las profundidades.  

Gracias al uso de tecnología de última generación y el trabajo en conjunto con investigadores de todo el mundo, las cámaras accederán a lugares nunca explorados, como las profundidades de la Antártida, y serán testigos de fascinantes comportamientos, como la estrategia que ponen en juego las tortugas bebés para sobrevivir en pleno mar abierto, algo que hasta ahora era un misterio.

Analiza, además, uno de los grandes males que afecta a los hábitats marinos: el plástico. Se estima que ocho millones de toneladas métricas de este material llegan al océano a lo largo de un año, lo que equivale a arrojar un camión de basura al agua cada minuto. Su presencia en estos hábitats, incluso en el hielo ártico, está trayendo graves consecuencias: aves como el albatros alimentan involuntariamente a sus crías con plástico y miles de animales son heridos a diario por los restos que transportan las corrientes.