¿Gato por liebre en válvulas del Ibal?

Uno de los contratos se  rmó en la gerencia de Alfredo Bocanegra y el otro en la de Ancízar Carrillo.

Trescientos treinta millones de pesos se necesitan para hacerles mantenimiento a 11 válvulas hidráulicas que controlan el ingreso y salida de agua de los diferentes sistemas de almacenamientodel Ibal, llamadas por algunos como “válvulas inteligentes”.

Un ingeniero experto en el tema y que estuvo inmerso en el proceso, sostuvo que desde un comienzo las válvulas no tuvieron un diseño hidráulico correcto, no fueron de buena calidad y que es muy corto tiempo para que requieran un mantenimiento de tal magnitud.

Por su parte, un exfuncionario de la empresa de Acueducto y Alcantarillado, refi rió que las válvulas las dejaron deteriorar y que el mantenimiento de cada una no supera el millón de pesos.
La historia
Un ingeniero que estuvo al tanto del proceso contractual para la instalación de estos equipos, efectuado en 2005 y 2006, que pidió reserva de su nombre explicó: “Los contratos se firmaron con Telval, una marca nacional; esto no quiere decir que sean malas, pero en el mercado existen otras de mejor calidad.

“Se necesitaba una válvula de 16 pulgadas, pero Telval fabrica válvulas hasta de ocho pulgadas, entonces lo que hicieron fue instalar cuatro de cuatro pulgadas. 
Pero el diseño hidráulico de esas válvulas no funciona; además, no es aconsejable remplazar una de 16 pulgadas por cuatro, porque calibrarlas resulta muy complicado y se desgastan muy rápido”,explicó el ingeniero.

“En ese entonces unos asesores del acueducto de Bogotá le indicaron al Ibal que esas válvulas no funcionarían como se debía. 

Pero lo más aberrante de eso fue que al año siguiente hicieron una licitación e instalaron las mismas válvulas con los mismos diseños en otras estaciones. 
“La otra situación grave es que en un sistema de acueducto, se deben instalar equipos de calidad para evitar cortar el agua, u otros inconvenientes. 

En ese entonces se elevaron quejas pero ningún ente de control hizo algo”, agregó. 

En declaraciones entregadas a EL NUEVO DÍA, el 2 de agosto de 2012, el ingeniero Ricardo Salcedo, jefe de Acueducto del Ibal también manifestó que los entes de control, no efectuaron ninguna investigación.

“A las válvulas se les debe hacer mantenimiento; además, están estudiando la posibilidad de implementar un sistema de comunicación”, sostuvo. 

Los contratos 
El 11 de mayo de 2005, el Ibal fi rmó un contrato con soluciones Atenea por 825 millones de pesos, para “el suministro e instalación del sistema integral de control de nivel de tanques a través de válvulas hidráulicas, estructuras de control, macromedición y sistema de control de golpe de arieta De acuerdo con la explicación del exfuncionario del Ibal, el nombre de válvulas inteligentes surgió de unos técnicos que vinieron de Bogotá. 

“Los técnicos nos explicaron que si se le hablaba a la gente de válvulas hidráulicas, no se iba a entender, por lo que nos recomendaron que era mejor hablar de válvulas inteligentes, ya que sin la ayuda de un hombre funcionan, eso es una inteligencia artifi cial”.VÁLVULAS INTELIGENTESpara diferentes tanques de almacenamiento de agua tratada de la red del Ibal, ubicada en el perímetro urbano de Ibagué”. 

Para ese entonces Alfredo Bocanegra Varón, era el gerente del Ibal, y José Alberto Girón, quien posteriormente gerenció la empresa, fungía como interventor del contrato.

“El análisis de conveniencia presentado por el jefe de Planeación y el de División Técnica de Acueducto (José Alberto Girón) manifestó que en el desarrollo de una empresa se requiere el componente de control y seguimiento operativo del suministro de agua potable a través de las redes de conducción y sistemas de almacenamiento de agua potable.

“Lo anterior, para que manera técnica se opere y controle el ingreso y salida de agua de los diferentes sistemas de almacenamiento. 

Por ello es necesario contar con sistemas de alta tecnología que permitan controlar de manera efectiva y permanente los niveles de los sistemas de almacenamiento de la ciudad, a través de válvulas hidráulicas de control de tanques, con sus respectivos aditamentos de medición de caudal, presión y velocidad.

“Además del montaje técnico técnico – mecánico, para evitar fugas y depresiones volumétricas en los tanques, que generarían pérdidas de agua o pérdidas en presión y caudal en detrimento del servicio de agua potable para el consumo fi nal. 

“Al implementar los controles de nivel de tanques de manera remota podrá disminuir técnicas e incidir favorablemente en el índice de agua no contabilizada en cumplimiento del convenio de desempeño suscrito con la Superintendencia de Servicios Públicos”, se indica en el contrato.

Así mismo, allí se señalaba que los equipos requeridos para esta labor permitirán hacer escalable o modular el proyecto de automatización de las plantas de tratamiento en todas sus variables.

Por ello, se requería el suministro e instalación de los equipos de control de nivel de tanque acordes con las especificaciones técnicas, cantidades de obra y presupuesto.

“La contratación se hará a través de una fi rma especializada con amplios conocimientos y con funcionarios de alta experiencia, que le permitan a la empresa tener la certeza en el suministro y montaje correcto de los equipos requeridos y el posterior servicio postventa que garantice a los montajes su funcionamiento óptimo en el tiempo”, señala el documento. 

El 12 de octubre de 2006, el Ibal nuevamente fi rmó un convenio por 990 millones depesos con Soluciones Atenea para el mismo objeto, ”funcionamiento del sistema integral de control de nivel de tanques”.

Para esa fecha, Ancízar Carrillo Reyes era el gerente, Gonzalo Jaime Ubaque, fungía como jefe de División Técnica – Acueducto y José Alberto Girón era el interventor.
El argumento para fi rmar el contrato fue el mismo, “generar una red efi ciente en eltransporte y control de agua suministrada al sistema de almacenamiento de la ciudad”.

Reacciones

Ancízar Carrilo Reyes, exgerente del Ibal, sostuvo que el convenio de 2006 se fi rmó en cumplimiento al convenio de desempeño fi rmado con la Superintendencia de Servicios Públicos, con el fi n de ejecutarse acciones para instalar válvulas de control hidráulico para el rebose de los tanques. 

Para ese entonces los ‘valvuleros’ eran los encargados de cerrar las llaves, de día y de noche; lo que ocasionaba que se desperdiciara el agua de 14 tanques. 

“La persona que en ese entonces nos asesoró para ese contrato fue el ingeniero José Alberto Girón, pero este se fi rmó porque se necesitaba un sistema que controlara el ingreso y salida de agua.

“Las válvulas debían tener un mantenimiento, pero en ese momento nadie me dijo, ni se presentó una queja porque no sirvieran o porque estuvieran mal instaladas”, precisóCarrillo.

Un funcionario que participó en las dos contrataciones, pero que pidió no decir su nombre explicó que en ese entonces se producían cuatro millones 477 metros cúbicos de desperdicio por mes, pero cuando se implementaron las válvulas el desperdicio bajó a tres millones 700 metros cúbicos por mes.

Credito
ANA LUCÍA RIVERA Q.

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