Ancón - Tesorito en el olvido

REDACCIÓN – EL NUEVO DÍA
Los niños y las familias piden al gobierno de Luis H. soluciones para el sector rural. Llevan cerca de cuatro años solicitando medidas para mejorar la vía de acceso y la compra de materiales para el abastecimiento de agua.

Ya van cuatro años desde que los habitantes de la vereda Ancón - Tesorito, parte alta y baja, han solicitado a la Alcaldía recursos para dar solución a los taponamientos de la vía de acceso al sector, el desabastecimiento de agua y el alumbrado público. 

De acuerdo con el presidente de la Junta de Acción Comunal, Víctor Cabrera Díaz, desde 2008 han interpuesto numerosos derechos de petición en la Secretaría de Desarrollo Rural, Infraestructura e Infibagué para que les brinden ayuda, sin tener aún una respuesta satisfactoria y definitiva por parte de estos entes. 

En cuanto al tema del agua y debido al verano que afectó el afluente de la quebrada La Secreta en 2012, los habitantes han solicitado la compra de 800 metros de manguera que les permita captar el líquido de La Tigrera, previa autorización que fue expedida por Cortolima. 

Según el líder comunal, la situación es crítica ya que de La Secreta, se surte el acueducto comunitario que distribuye el líquido a 53 familias, siete en Calambeo, cuatro del sector La Paz, tres de Los Pinos y las restantes pertenecientes a la vereda Ancón. 

Cabrera afirma que desde el año pasado se han presentado diversas peticiones a la Secretaría de Desarrollo Rural con el fin de que apoyen económicamente la compra de estos materiales, sin costo de mano obra, pues la comunidad la asumiría. 

La solución, según Cabrera, ha sido traer desde Ibagué en baldes y galones el agua, aclarando que solo los campesinos que tienen los recursos necesarios para movilizarse pueden hacerlo, o recolectar la poca agua que baja de La Secreta hasta el acueducto y cuyo servicio sólo se presta entre las 6 y las 11 de la mañana. 

Alumbrado público 

Una situación no menos preocupante es la precaria red de alumbrado público, ya que de los 28 postes que hay a lo largo de la carretera, solo existen dos lámparas en funcionamiento; además de un poste cuyas redes eléctricas se encuentran en el camino que es de obligatorio paso para los menores que se dirigen a la escuela La Paz o Las Mercedes.  

Según Cabrera, esto es una situación difícil para los niños de seis y siete años que tienen que salir desde la 5 de la mañana a la carretera para ir a estudiar. 

Lo preocupante, pese a que la vereda se ha caracterizado por ser tranquila, es que en la última semana se han registrado dos intentos de robo por personas ajenas al sector. 

Esto, según el líder comunal, pone en riesgo a los menores quienes deben salir con linterna en mano durante la madrugada para asistir al colegio. 

Así lo confirmaron Andrés Steven y Brayan Brochero Piñeros, de 12 y 10 años respectivamente, quienes deben levantarse todos los días a las 4 de la mañana para salir a las 5 de casa y coger camino a pie, hasta el colegio la Paz y la escuela Las Mercedes. 

Según Andrés, debe caminar una hora cuesta abajo para ir a la escuela y hora y media más, para subir hasta su casa después de clase. 

"Yo le pido a la Alcaldía que nos den al menos el transporte", dijo el menor.

Según el Presidente de la JAC, el problema del transporte no radica sólo en los recursos, puesto que el Ministerio de Educación Nacional ha girado algunos dineros para que estos menores puedan asistir a la escuela, el conflicto está en la vía y en su pésimo estado. Según el líder desde 2008 han tenido siete puntos con derrumbes. 

De acuerdo con Cabrera, la comunidad ha tenido que trabajar con pico y pala para poder destapar la vía. 

Según pudo verificar EL NUEVO DÍA, en el sector conocido como El Volcán, todavía están los metros de tierra que en 2008 taponaron la vía y hasta el momento la Secretaría de Infraestructura no ha enviado el personal para mejorar el paso.   

Según Cabrera, a esto se suma que ningún conductor, ni de la zona o del sector rural, se arriesga a transitar el camino que está hecho para carros de carga o jeeps. 

Credito
REDACCIÓN EL NUEVO DÍA

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