Con un clima favorable para la movilización y la aceptación de quienes rechazan la violencia en todas sus formas y hacia cualquier ser humano, se desarrolló en Ibagué la Marcha por la Vida, promovida en el país por el profesor Antanas Mockus.
En el recorrido, comprendido desde la calle 42 hasta el sector Los Arrayanes a través de la avenida Quinta, se integraron instituciones relacionadas con la búsqueda de la paz, así como autoridades del orden universitario, gubernamental y comunitario.
Arengas como: “Por el respeto a la mujer, ¡yo marcho!” y “La vida es sagrada” se escucharon a lo largo del trayecto de unas 40 cuadras, que tomó por sorpresa a quienes cada domingo salen a practicar deporte en la acostumbrada ciclovía.
A pesar de esta circunstancia, la marcha se efectuó con normalidad y con la aceptación de cerca de mil ibaguereños, entre ellos secretarios de despacho locales y regionales, así como el gobernador Luis Carlos Delgado Peñón, quien por compromisos adquiridos con antelación solo asistió unos minutos al inicio de la congregación.
Niños, jóvenes y defensoras de las mujeres se involucraron casi que en igualdad de condiciones. También lo hicieron (abajo) los integrantes de la comunidad indígena Yaporogos Taira, de Prado.
Madres comunitarias, integrantes de la Red Unidos y miembros de instituciones en su mayoría universitarias fueron los más observados en la caminata.
Luego de haber pasado por sitios como el Viaducto del Sena y el hospital Federico Lleras Acosta, los ciudadanos, entre quienes rechazaban la violencia tanto de la delincuencia como de la Policía, fueron recibidos por la orquesta La Siembra y grupos de música urbana en el sector Los Arrayanes, en la calle 76.
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