La actividad ecológica fue celebrada con el fin de fortalecer en los niños la necesidad de aprender sobre las ventajas del reciclaje.
Esta es una forma de “educar a las nuevas generaciones en el cuidado del medio ambiente, ya que los cambios climáticos son más notorios, por ejemplo, nuestro municipio está atravesando por una gran crisis porque el verano ha ido secando quebradas y ríos”, explicó Gloria Penagos, secretaria de Educación de Mariquita.
Creatividad al 100%
Cada uno de los estudiantes puso lo mejor de sí para esta feria, en la que tapas de gaseosa, llantas usadas, papel reciclado y botellas plásticas, entre otros elementos, fueron la materia prima para crear sillas, lámparas, cuadros, vestidos, vasos y cortinas, entre otros objetos decorativos.
En cuanto a los padres, esta fue una oportunidad de compartir tiempo e intercambiar ideas, pues entre todos los miembros de la familia establecieron el material por trabajar, el método de recolección y el objeto que crearían.
“Fue un tiempo para conectarnos como familia, por eso entre mi esposo, hijo y yo revisamos en internet varias opciones, escogimos una y entre todos trabajamos en una caja de los recuerdos hecha con cajetillas de huevo”, contó Esmeralda Castro, madre de familia.
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