Las ficciones de Martha

Gran satisfacción me produce contar que me encontré con un libro cuyo sustento es la fantasía. Y ya sabemos que la fantasía nos acerca a la fábula que es, más o menos, el territorio en el que los animales hablan y los objetos se comportan como vivos y son tan vívidos, tan reales, tan bien escritos, que nos comemos el cuento. Y es más, gozamos comiéndonoslo.