No hemos logrado controlar la pandemia del Covid 19, cuando ya los compradores de conciencias, esquilmadores del erario, traficantes de las necesidades del pueblo, es decir, los “Politiqueros” alistan sus bártulos y comienzan a armar la barahúnda de las elecciones del próximo año.

Muchas personas estaban convencidas de que la pandemia del Covid 19 iba a transformar la humanidad, a volverla más solidaria, generosa y dispuesta a pensar en un verdadero futuro para el hombre, pero en las últimas semanas han recibido golpes que desvirtúan ese sentimiento optimista y han visto con preocupación, cómo las vacunas han exacerbado las fibras más egoístas de algunos seres que, por encima de toda consideración, anteponen sus mezquinos intereses y traban la lucha por alcanzar la meta de inmunizar a la mayoría de personas y derrotar al virus.

Al término de la visita de dos semanas a Wuhan, donde se presume fue el inicio de la pandemia, el doctor Peter Ben Embarék, director del equipo de la Organización Mundial de la Salud designado para investigar el origen del Covid 19, dio una rueda de prensa, en la que afirmó que existen cuatro hipótesis sobre las que se centran sus investigaciones

Mañana se cumplen 37 años de la muerte en París de Julio Cortázar, uno de los escritores que mayor impronta dejó en la juventud latinoamericana de la segunda mitad del siglo pasado.

El Sello Editorial de la Universidad del Tolima y el Grupo de Investigación en Literatura, se encuentran prestos a dar a conocer un libro de análisis poético. Este ejercicio crítico no solo amplía el acervo literario de la región, sino también propone distintas miradas a la producción de autores que han consolidado una propuesta estética de la que se puede hablar desde perspectivas teóricas diversas, como lo hacen con rigor y profundidad los tres estudiosos que, además de ser productores de textos literarios, también son ensayistas de un amplio bagaje intelectual.

En la pandemia por la que estamos atravesando surgen innumerables alternativas en el imaginario popular para la cura del Covid y hasta individuos empotrados en el poder gubernamental o provenientes de otros sectores que aprovechan esta circunstancia para tratar de incidir en amplios sectores de la sociedad y llevarlos a cometer errores que pueden conducir a su propia muerte. Muchas son las recetas y las afirmaciones que encontramos amplificados en las redes sociales, en los comentarios callejeros y hasta en los medios de comunicación que potencian plantas, fármacos, prácticas y rituales acompañados de testimonios que tratan de generar confianza, sin investigaciones previas.

Las heridas de la llamada Guerra de Secesión ocurrida en los Estados Unidos entre 1861 – 1865, que enfrentó a los propietarios sureños de grandes extensiones y defensores del esclavismo, contra los agricultores e impulsores de la industria en el Norte, siguen vigentes. Esta guerra dejó más de 650.000 muertos, y una impronta de odio y rencor materializado en su racismo y xenofobia y se ha expresado con la violencia y la segregación de negros e inmigrantes, en un país que se jacta de ser un ejemplo de democracia para el mundo y que en los últimos meses dejó ver las profundas divergencias de los blancos contra los demás grupos raciales.

Como no soy nativo digital y, además, mi uso de las distintas aplicaciones es casi nula frente a la oferta desbordada que la tecnología ofrece, no me interese mucho e inicialmente no leí el comunicado que WhatsApp envió a todos sus usuarios. Sin embargo, la polémica iniciada en los medios de comunicación despertó mi suspicacia y recordé el libro “Dieta digital”, (2012) donde Jordi Romañach pronostica el nuevo oleaje de las comunicaciones, cuando aún WhatsApp no tenía la preponderancia que tiene actualmente:

Los diccionarios médicos definen el estornudo como “un acto reflejo convulsivo de expulsión del aire desde los pulmones a través de la nariz. Por lo común es provocado por partículas extrañas que producen irritación de la mucosa nasal”. Esta respuesta del organismo humano y de algunos animales es tan antigua como el mismo hombre y debido a ser vector de varias enfermedades, ha generado distintas actitudes, no solo desde el punto de vista médico, sino también de los imaginarios colectivos que le han dado interpretaciones, que van desde lo mágico hasta lo profético. Homero, por ejemplo, menciona en la Odisea, una escena en la que Penélope ríe cuando su hijo Telémaco estornuda “con tal fuerza que hizo resonar el palacio de un modo espantoso” y ella festeja este estornudo por considerarlo de buena suerte.

El horizonte no está tan despejado como algunos piensan y, por el contrario, como dice la canción popular: “Un grande nubarrón se alza en el cielo” y sin pretender competir con los augures de todo tipo puedo afirmar que las evidencias y las intuiciones, no son tan halagadoras, porque la zozobra y la indignación harán parte de nuestra cotidianidad el próximo año.