En DefenSA de lAs MayúsCULas
Si la señorita Yetri, mi primera maestra, viera este titular, sus ojos azules se enturbiarían, porque para ella las mayúsculas no eran simplemente unas letras más grandes que las otras, sino unos rasgos elegantes y estilizados, producto, no del capricho de tipógrafos, sino de convenciones que le daban un significado especial.