De acuerdo con el estudio, el distrito de riego, el cual está conformado por más de 14 mil hectáreas, se ve afectado por los sedimentos que existen en el río producto de dicha práctica.

Según la información arrojada por el estudio, los sedimentos afectan el agua riega las plantaciones de pequeños arroceros de la zona, que según el cálculo del estudio, son alrededor de mil 400 pequeños productores de arroz.

Posible solución
Los investigadores de las facultades de Minas y de Ciencias Agrarias de la Universidad nacional se encargaron de adelantar un diagnóstico en la zona, y de “examinar cómo los sedimentos afectan el sistema de riegos, pues estos entran a los canales de riego”.

“Esto teniendo en cuenta el impacto social y económico de los cultivos de arroz como sustento de primer nivel para la alimentación del país”, afirmó Carlos Salazar, investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias e integrante del proyecto.

Como conclusión del diagnóstico, se expusieron propuestas para comenzar las obras y solucionar, en un principio, “la circulación de agua hacia las bocatomas, para así mejorar el riego y beneficiar la producción arrocera con adecuaciones apropiadas para el caso”, según información de la UN.