El rostro de doña Raquel George se enfrió cuando la Fiscalía le imputó a alias “Berna” la desaparición forzada de su hija, Ángela María Torres George . 

Lo que más le indignó a la señora, fue que se dijera que la joven perteneció a la banda “La Terraza” y era novia de uno de sus líderes, y que por eso la raptaron el 14 de agosto de 2001. “No estoy de acuerdo con eso, que él (“Berna”) me diga por qué la sindica de un grupo armado y dónde tiró a mi hija”, exclamó la mujer, a quien la violencia le ha arrebatado cuatro hijos y una nieta. 

Esto sucedió en el escenario de la primera imputación de crímenes al exjefe paramilitar Diego Fernando Murillo Bejarano , en el marco de la Ley de Justicia y Paz. 

La diligencia iniciada ayer en el Palacio de Justicia destapó un expediente con decenas de delitos, incluyendo varios de los más representativos de 1995 a 2005. El extraditado observó la audiencia por videoconferencia desde la cárcel de Miami, donde paga una sentencia de 31 años por narcotráfico. 

Ante un pequeño auditorio atiborrado de gente, la Fiscalía le atribuyó 25 hechos, correspondientes a homicidios, secuestros, lesiones personales, tentativas de homicidio, desapariciones y concierto para delinquir, ejecutados por la banda “La Terraza” o los paramilitares bajo su mando. 

Lista de crímenes

Además de la desaparición de Ángela María Torres , el ente acusador le endilgó a Murillo la de otros nueve supuestos integrantes de “La Terraza”. Sucedió en un enfrentamiento en Córdoba, el 3 de agosto de 2000, cuando las Autodefensas acribillaron a los citados y, al parecer, arrojaron sus cadáveres al río Sinú. A la fecha, tan solo un cuerpo se ha recuperado. 

El señalamiento siguió con el homicidio de 12 investigadores del CTI, una racha sistemática perpetrada entre 1997 y 1999, contra funcionarios que adelantaban pesquisas sobre las bandas “La Terraza”, “Los Pepes”, “La Oficina” o las Auc, a las cuales perteneció el imputado. 

También le atribuyeron el rapto de Esteban Arteaga , alias “Comandante Esteban”, de la guerrilla del Eln, así como de seis seres queridos. 

A todos los liberaron, menos al presunto insurgente, quien murió a los dos meses en un tiroteo entre las Farc y los paramilitares que lo tenían retenido en un campamento del Nudo de Paramillo. 

El expediente incluyó imputaciones por el secuestro del ganadero Ómar Soto Charry  y el entonces diputado Guillermo León Valencia Cossio , ambos acaecidos en Medellín. 

Delitos en Córdoba

“Berna”, cruzado de brazos y con el uniforme de convicto, escuchó a continuación las imputaciones por las muertes y desapariciones ejecutadas por sus hombres en el departamento de Córdoba. 

La lista incluyó al agricultor Gabriel Brunel; a los hermanos campesinos Manuel y Luis Salgado Hernández; la comerciante Alba Alzate Ceballos; el exalcalde de Valencia, Antonio Negrete; el excombatiente paramilitar Roger Coronado; y el líder comunal Hernando Martínez. 

A la 1:30 p.m. se suspendió la audiencia (en su primera fase), pues el régimen carcelario de E.U. ordenó que “Berna” debía volver a la celda. 

Otros crímenes quedaron pendientes de imputar, y en el aire las duras palabras de doña Raquel: “No creo que mi hija haya sido más mala que él, si ella era una rata para él, pues que diga en qué parte tiró a la rata”.