El tema de conversación ayer en la mañana en la Terminal de Transportes de Ibagué era el deceso trágico de ‘Twingo’, apodo con el que se hizo famoso Edison Alberto Márquez Ortiz.

Conductores, taquilleros, maleteros, auxiliares de buses y comerciantes; no podían creer que Márquez, un hombre de 36 años de edad, natural de Medellín, padre de tres hijos, y quien por espacio de 15 años laboró en la central de transporte terrestre ibaguereña como relevador en los buses de varias empresas de servicio intermunicipal, muriera tras ser atropellado por un conductor, al parecer, uniformado de Tránsito de la Policía Metropolitana de Ibagué.

Todos lo recordaban por lo amiguero que era, su honradez. Algunos con lágrimas en los ojos comentaban que a eso de las 2 de la madrugada de ayer viernes quedó sin vida en la mitad del carril sentido norte-sur de la avenida del Ferrocarril entre calles 20 y 21.

Según los testigos que a esa hora estaban en la terminal de buses de la capital del Tolima, cuando atravesó la avenida un carro marca Chevrolet Aveo, de color negro, de placas CUQ-978, presuntamente de propiedad del patrullero de la Policía Juan Carlos Luna Murillo, se lo llevó por delante.

“El carro iba como a 180, el Policía pasó y se lo llevó por delante y Edison quedó tendido en la calle. El Policía huyó, pero fue atrapado más adelante. De nuevo los policías dando mal ejemplo”, indicó un amigo de la víctima.

Allegados a Márquez recordaron que el pasado jueves, horas antes de morir, estuvo en el funeral de Gustavo Adolfo Quesada, el conductor que perdió la vida en un accidente de un bus de Rápido Tolima entre Honda y Puerto Boyacá.

Sus amigos lo vieron bien, tranquilo, estaba triste porque colaboró varias veces en Rápido Tolima como relevador de los buses.

Entre tanto, las directivas de esta empresa de buses aclararon que Edison no laboró ni tuvo contratos de trabajo con ellos, sino que cuando faltaba algún auxiliar lo buscaban para que les colaborara, oficio que también realizó para otras transportadoras intermunicipales.

Entre tanto, los tres hermanos y los padres de Edison pidieron a la justicia aclarar el caso y a la Policía de Ibagué ayudarlos, porque su muerte no puede quedar impune.

“Somos una familia humilde, trabajadora. Edison laboraba para darle lo mejor a sus tres hijos. No tenía problemas con nadie, por eso, sus amigos lloran su partida. Luchaba todos los días, pedimos que este caso protagonizado por el policía no se quede en el olvido”, dijo John Jairo Márquez, hermano de Edison.

Agregó, que les duele saber que el uniformado lo mató y al parecer huyó. “En dónde está el sentido humano de la Policía, el ejemplo que quieren dar”.

Edison Alberto vivía con sus padres, quienes piden a las autoridades claridad de los hechos, mientras sus amigos en la Terminal de Transportes recordarán sus carcajadas que dejaron eco en los pasillos de los buses y taquillas de este lugar, que lo acogió desde que era un muchacho.