Como un amante al fútbol y a su Ejército, describió José Álvaro Díaz Fuentes a su hijo, el soldado profesional Freddy Díaz García, un hondano que murió junto con otros tres militares durante un accidente aéreo en La Uribe (Meta).

Desde Villavicencio, este padre que estaba a la espera de que le entregaran el cuerpo de su hijo, contó cómo era la vida de Freddy, quien empezaba su carrera militar, pues llevaba solamente un año como Profesional, luego de prestar durante dos años el servicio militar obligatorio en el Batallón Patriotas.

“Era un buen amigo, en el barrio Caracolí (Honda) todos lo han llorado, era muy amable con todos; el menor de tres hijos”, contó José Álvaro.

Y mientras esperaba en la base militar de Villavicencio para reconocer al joven soldado, el padre también señaló que su hijo murió a los 23 años, no tenía novia, ni hijos y la última vez que hablaron fue hace un mes cuando estuvo de permiso.

“En esa ocasión le dije que el sitio donde estaba es muy peligroso, pero él quería mucho a la institución, así que continuó y nosotros apoyándolo, incluso estuvo enfermo esos días de permiso”.

Según Álvaro Díaz, quien viajó a Villavicencio en compañía de su hija mayor y el padrino de bautizo de Freddy, el soldado habría sufrido desfiguración en su rostro debido a las quemaduras que sufrió.

Es de recordar que el accidente se registró el pasado domingo cuando un helicóptero Black Hawk de Aviación del Ejército, se precipitó por una posible falla mecánica.

Junto con el soldado Díaz García murió el capitán Fabián Villamarín Santamaría, piloto de la aeronave; el cabo primero, Cristian Torres Rodríguez, tripulante; y el soldado profesional Jaime Romero Peña. Los heridos son el teniente Alexánder Carreño Morales y el cabo Diego Montaña Fandiño, orgánicos de la Brigada Móvil No. 2.