Cepeda afirma que Ordóñez tiene interés indirecto en la investigación que se adelanta por tener “probados vínculos de amistad cercana con el querellante, Álvaro Uribe Vélez. Tales causales le impiden conocer de este proceso con independencia e imparcialidad”.

Se trata de una investigación disciplinaria que inició por una queja que presentó el jurista Jaime Granados Peña, apoderado del expresidente Uribe por presuntas faltas disciplinarias por abuso de la Función pública y de fraude procesal.

“El día 1º de agosto del 2013, cuatro meses después, de manera intempestiva, sin el desarrollo de actividad investigativa, sin haber realizado una indagación preliminar y sin siquiera tener una ratificación de la queja, usted, señor Procurador, tomó la decisión de iniciar una Investigación Disciplinaria, lo que muestra un claro afán de agilizar los plazos para el desarrollo de una investigación disciplinaria que puede tener un final preconcebido”, dice la recusación.

En criterio de Cepeda, Ordóñez no tiene competencia para investigarlo porque la denuncia en su contra supuestamente “no se desprende de ningún falta disciplinaria” y por eso el competente sería el Consejo de Estado.

“Usted ha desarrollado una agenda política desde su cargo como Procurador General, a favor de posiciones de credo radical y de derecha. Es reconocido integrante del partido conservador, organización política que hizo parte activa de la coalición de Gobierno, encabezada por el señor expresidente Álvaro Uribe Vélez durante el periodo 2002-2006 y el periodo 2006-2010, con quien dicha colectividad sigue manteniendo pronunciamientos públicos de afinidad política y filosófica”, agregó Cepeda.

 El representante a la Cámara consideró además que no hay garantías para que lo investigue una “autoridad disciplinaria con agenda política” por cuando es miembro visible del Polo Democrático Alternativo, partido político que se declaró en oposición política