Sólo un hombre podía poner en peligro este sábado su victoria en esta clasificación, el internacional alemán de origen español Mario Gómez, que llevaba doce, como segundo en la tabla, y que con un 'doblete' le hubiera dado alcance en la final perdida por su Bayern de Múnich en los penales (4-3 tras empate 1-1) ante el Chelsea.

Antes que Messi, sólo un jugador había logrado marcar catorce tantos en una misma temporada de la máxima competición continental de clubes, el italo-brasileño José Altafini, que lo consiguió con el AC Milan en la 1962-1963.

La noche más mágica vivida por Messi esta campaña en la Liga de Campeones fue el 7 de marzo, en la vuelta de los octavos de final, cuando el Barcelona arrolló al Bayer Leverkusen con un impresionante 7-1 en el que el argentino firmó cinco de los tantos.

Nadie desde la instauración de la Liga de Campeones en 1993 había logrado esa hazaña, aunque en el anterior formato, la Copa de Europa, sí hubo jugadores que consiguieron la 'manita', el alemán Gerd Müller, el suizo Ove Sulser y el danés Soren Lerby, a los que Messi añadió su nombre en las estadísticas del torneo.

El peor momento del jugador en el torneo europeo de este año fue sin duda la vuelta de las semifinales, cuando falló un penal ante el checo Petr Cech, enviando el balón al larguero y con ello gran parte de las esperanzas del Barça de pasar a la final.

El triple Balón de Oro argentino, a la espera de que su equipo juegue el viernes 25 la final de la Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao, se ha quedado con sabor agridulce, ya que su equipo no ha podido revalidar sus coronas en España y Europa, a pesar de que su aportación goleadora es cada vez mayor.