Sorteando las dificultades para la consecución de recursos económicos para viajar, el billarista Pijao tuvo el respaldo de Indeportes Tolima y algunas microempresas de la región para dejar en alto el vinotinto y oro.
“El objetivo es estar en el podio, Dios quiera que se logren las cosas; hace un año Alexánder Salazar, de la Liga de Santander, ocupó el tercer lugar y por qué no pensar en hacer la misma actuación o conseguir el campeonato mundial”, aseguró.
Y agregó que “uno también se apoya en los amigos y las personas que lo conocen. La Federación Colombiana de Billar tiene una deuda de 32 mil dólares con la Confederación Panamericana y la Unión Mundial, lo que nos afectó notoriamente”.
Este será su sexta cita del mundo, la primera fue en 2008 en Cuenca, Ecuador, ocupando la casilla 13; mientras que en 2009, en Taiwán, y 2012, en Egipto, fueron sus mejores actuaciones, instalándose en la décima posición.
“Es difícil asistir a un Mundial por el itinerario, son cerca de 40 horas entre escalas y vuelos, además, la preparación es complicada, así como la clasificación en un Panamericano. De igual forma, recoger los recursos desgasta porque tiene que entrenar y gestionar el dinero”, refirió.
El pasado fin de semana se adelantó un certamen en homenaje a Henry Díaz por la obtención del título panamericano, el cual fue ganado por Edward Romero, de Roncesvalles, “un joven de 17 años que lleva ocho meses entrenando y se proyecta para ser un buen deportista”.
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