Ronaldo contra Neymar y Messi frente a Hazard. Los octavos de final de la Champions tendrán como duelos estelares las eliminatorias que enfrentarán a Real Madrid - PSG y Chelsea - Barcelona, según el sorteo celebrado ayer en Nyon, Suiza.

El resto de emparejamientos será: Juventus - Tottenham, Basilea - Manchester City, Oporto - Liverpool, Sevilla - Manchester United, Shakhtar - Roma y Besiktas - Bayern Múnich.

Los octavos de final de la Liga de Campeones se disputarán el 13, el 14, el 20 y 21 de febrero (ida) y el 6, el 7, el 13 y el 14 de marzo (vuelta).

El París Saint-Germain, que ambiciona el título europeo, se enfrentará al vigente doble campeón de Europa, un Real Madrid que no ha realizado un gran inicio de temporada y se clasificó como segundo de su grupo, por detrás del Tottenham.

La eliminatoria “será el centro de atención del mundo”, aseguró el técnico del PSG Unai Emery, quien dijo que su equipo está “preparado” para hacer frente al Real.

“Podemos competir con el Real Madrid. Para hacer algo grandioso en la UEFA Champions League, debes vencer a los mejores equipos. Los octavos son un buen momento para jugar contra tales equipos”, declaró.

El director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño, aseguró por su parte que “podría haber sido una final por el potencial de ambos”.

El exdelantero blanco admitió que “cada vez el París SG es más fuerte”. “Su fase de grupos ha sido impecable y tienen un potencial muy grande”, argumentó.

Final anticipada

El equipo que entrena el español Unai Emery, después de hacer una buena primera fase, se jugará gran parte de su temporada en ese duelo de ida y vuelta ante el Real Madrid, con el recuerdo aún de la humillante eliminatoria la temporada pasada contra el Barcelona en esa misma instancia.

El PSG goleó al ‘Barça’ por 4-0 en el Parque de los Príncipes, pero el equipo azulgrana, liderado entonces por Neymar, volteó la eliminatoria con un 6-1 en el Camp Nou.

Tras esa humillación, la propiedad catarí del PSG decidió comprar al delantero brasileño, pagando 220 millones de euros, el mayor traspaso de la historia, para dar al fin el salto en Europa y coronarse como uno de los grandes del continente.

Para ello fichó también a la joya del fútbol francés, Kylian Mbappé, por otros 180 millones de euros.