Retos para una transición energética ordenada: Petróleo, Gas y Energía

Crédito: Archivo/ COLPRENSA
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Ante la pregunta de cómo se financiará la transición energética, gremios de la industria de hidrocarburos presentaron cinco puntos para que se dé una transición ordenada y aterrizada.
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Al conocerse la cifra de cuánto costaría la transición energética, revelada por el exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas en la V Cumbre de Petróleo, Gas y Energía, que sería entre el 8 % y el 11 % del PIB de Colombia al año, surgió la pregunta: cómo se financiará y cómo se pagará. 

“Si marchitamos prematuramente al sector que más aporta recursos a las finanzas de la Nación, cómo se pagará la transición energética”, preguntó Cárdenas. 

A lo que agregó: “mientras exista esa demanda de petróleo y gas en el mundo, será complejo una transición acelerada y que tenga impacto en el cambio climático, por eso debemos aterrizar las cuentas al caso colombiano”.

A la discusión se sumó Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, quien enfatizó en que la transición energética debe tener un plan táctico para que sea ordenada y bien diseñada, con tiempos, instrumentos, actores y responsables. 

Y señaló que se deben priorizar medidas de demanda a corto plazo y no tanto de oferta, por lo que decir “no más exploraciones, como una especie de marchitar el sector, sería que se cambiará el consumo de gasolina y combustibles en el país.

 

Los cinco retos

1. La transición energética debe estar en la capacidad de desarrollar los encadenamientos productivos y el empleo en pro del desarrollo regional y, como consecuencia, reducir la pobreza y las brechas sociales. 

De la mano del sector de hidrocarburos se han desarrollado economías en municipios y departamentos productores como Meta, Casanare, Arauca, Santander y Putumayo. Miles de empleos dependen de esta industria y su estabilidad económica se vería amenazada al cortar su fuente de ingreso por una transición energética inmediata. 

Tan solo en el primer semestre de 2022, 81 mil personas trabajaron con dedicación exclusiva para Ecopetrol.

“Proponemos que la transición energética vaya acompañada del desarrollo de programas de formación de capital humano y de construcción de tejido empresarial de largo plazo en estas regiones, en donde coexistan el sector de hidrocarburos y las energías renovables”. 

Según el DNP, las regalías explican un 17 % de la reducción total de la pobreza en Colombia. Por lo que la transición energética debe contar con el sector que genera en promedio el 80 % de las regalías, del 50 % de las exportaciones y el 8,5 % de los ingresos del Gobierno nacional. 

2. La transición energética debe poner todo su esfuerzo e inversiones en la lucha contra el cambio climático y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

Colombia representó en el 2021 cerca del 0,4 % de las emisiones de gases efecto invernadero en el mundo, de las cuales el sector energético aportó el 24 % del total nacional, situándola por debajo de otros sectores de la economía y otras fuentes, tales como la deforestación. 

Aun así, esta industria dice que ha desarrollado una estrategia de sostenibilidad de largo plazo atada al cumplimiento del Acuerdo de París y a los ODS. 

“Este sector cuenta con un plan estructurado de largo plazo contra el cambio climático, de inversiones en fuentes alternativas como el hidrógeno verde y azul, gas natural y biocombustibles, o fuentes renovables no convencionales .Estamos comprometidos con las metas de la COP de reducción del 51 % de las emisiones de gases efecto invernadero al año 2030 y de alcanzar la carbono neutralidad en 2050”. 

3. La transición energética es un proceso que irá de la mano con la capacidad de la tecnología de atrapar las emisiones de carbono. 

El gran reto al que se enfrenta la humanidad hoy es poder generar a gran escala y de manera económica y accesible la tecnología que permita reducir los gases de efecto invernadero en la generación y consumo de energía.

En este sentido, los gremios resaltan los desarrollos como las turbinas de mezcla de hidrógeno, la generación de electricidad con geotermia, los desarrollos en los parques eólicos, solares o en plantas de biodiésel o el almacenamiento subterráneo de carbono. Estos son algunos de los ejemplos de lo que son capaces de desarrollar las compañías del sector energético colombiano.

4. La transición energética es viable garantizando estabilidad macroeconómica y competitividad para atracción de capitales, creando un ambiente de estabilidad de precios de los energéticos.

La mejor manera de garantizar que en Colombia se dé una transición energética ordenada es por medio de una economía cada vez más competitiva y con estabilidad macroeconómica y jurídica. 

“Contar con unas reglas de juego claras nos permite tener un país donde coexistan las inversiones de la industria de hidrocarburos en paralelo con las energías renovables. Se requiere estabilidad de largo plazo porque las inversiones se proyectan para 20 o más años, donde es primordial el respeto a las reglas de los contratos pactados”. 

Los gremios aseguran que, para mantener una estabilidad macroeconómica, es necesario contar con el sector de hidrocarburos, pues es determinante para la estabilidad fiscal y la balanza de pagos, tal como lo señalan recientes estudios de Fedesarrollo y del Comité Autónomo de la Regla Fiscal.  “Las señales actuales de incertidumbre contra el sector generan un impacto en los mercados que se siente de manera directa en la tasa de cambio, en los indicadores de riesgo país, en el nivel de la deuda externa y tendrán consecuencias directas sobre los precios de la canasta familiar”. 
    
5. La transición energética se debe pensar teniendo como objetivo la seguridad energética y el bienestar de los colombianos.

Los gremios recordaron que los niveles de reservas actuales de petróleo son de 7,6 años y de gas de 8 años, por eso uno de los grandes retos del país es asegurar la autosuficiencia energética. Agregaron que el país cuenta con un potencial de recursos energéticos en hidrocarburos que debe aprovechar, principalmente, en el desarrollo del ‘offshore’, el recobro mejorado y los yacimientos no convencionales. 

“Este es un sector próspero que garantiza la soberanía energética y que continúa cuidando el ambiente y respetando la vida. La coexistencia energética y ambiental no puede convertirse en asunto de mutuas exclusiones, la transición energética será una realidad mientras exista energía confiable y abundante, la cual puede garantizar hoy el sector de hidrocarburos mientras se dan los desarrollos tecnológicos necesarios para avanzar en la transición”.

 

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Credito
MIGUEL ORLANDO ALGUERO

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