‘Memorias del camino’: Un manual de transformación gerencial

Crédito: Hélmer Parra / EL NUEVO DÍAFrancisco Mejía ha sido el presidente del Banco Agrario que más tiempo ha ocupado el cargo desde hace 24 años.
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Un hijo del Tolima, quien fuera el anterior presidente del Banco Agrario, decidió plasmar en un libro los pormenores de su gestión al frente de la entidad financiera estatal. Lo señaló como testimonio para que lo lean gerentes, jóvenes, y todos aquellos que quieran acercarse a la política y al servicio público en el país.
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Dentro de la selecta lista de tolimenses que han ocupado cargos de suma importancia para las principales organizaciones del país, se encuentra el ibaguereño Francisco Mejía Sendoya, quien fue presidente del Banco Agrario entre 2018 y 2022, durante el periodo presidencial de Iván Duque.

Durante su tiempo al mando de la entidad financiera estatal, Mejía logró la ejecución de políticas que impulsaron un cambio significativo en la organización.

“Cuando salí de la presidencia del Banco Agrario, tenía claro que debía dejar un testimonio de mi gestión”, manifestó Mejía. 

Y en este sentido, bajo la premisa de que en Colombia sí es posible hacer gerencia pública con honestidad, transparencia y sobre todo, con mucha voluntad de cambiar lo que se debe, el experto en finanzas y desarrollo económico, decidió plasmar una “historia que valía la pena ser contada” por medio de un libro.

De acuerdo con Mejía Sendoya, el escrito puede ser leído como un manual para un gerente que se pregunte cómo aproximar la reestructuración de una empresa que está en una situación crítica

 

Un manual estratégico

 

El expresidente del Banco Agrario señaló que cuando recibió la organización financiera, era un hecho que esta venía en un deterioro acelerado, en cuanto a sus indicadores financieros y al de su reputación. “Era una organización sin motivación, ni cultura positiva”.

Y esta situación la estampa en su libro, pues a partir de allí, se plantea el hilo conductor de la obra, la cual exhibe el momento tan complicado por el que pasaba el banco.

 “En caso de que la entidad continuará con la tendencia que llevaba, muy seguramente se hubiera visto abocada a una segunda liquidación, como cuando a finales de de la década de 1990, se liquidó la Caja Agraria”, afirmó Mejía.

En ‘Memorias del camino’, el autor cuenta cómo de manera estratégica se logró establecer una agenda de cambio fundamentada en tres fases: Estabilización, reparación y crecimiento.

 

Agente de transformación

 

La realidad apunta a que el Banco Agrario, tras la gestión de Mejía, se vio financieramente fortalecido. 

“Multiplicamos por tres las utilidades del Banco, pasando de $245.000 millones en 2018 a $779.000 millones en el 2021 y de un retorno sobre el capital (ROE) de 13,9% en 2028 a 35,2% en 2022”, sostuvo Mejía, y sumó: “La entidad logró la expansión de crédito más alta de la historia”.

Dentro del marco de aspectos positivos que se tejieron en torno al funcionamiento del Banco Agrario, Mejía Sendoya relató que se colocaron para los pequeños productores, más $9,6 billones, en el cuatrienio de Duque, lo que significó un incremento cercano al 50 % en comparación con el cuatrienio anterior.

El autor detalló que fue muy satisfactorio observar cómo se puede cambiar tantas vidas de manera positiva a través de una buena administración.

“Lo más importante fue la tendencia con la que dejamos a la organización. Como lo relato en el libro, durante los dos primeros años no hubo crecimiento, pero detuvimos la tendencia tan desafortunada que traía el banco”, aseguró Mejía Sendoya.

Mejía

Una gestión con impacto social

 

El papel del Banco Agrario resulta fundamental dentro del espectro de desarrollo económico, ya que está para corregir una ‘falla’ en el mercado financiero.

“El Banco Agrario es un banco de desarrollo con impacto social, ya que permite el acceso al crédito a los pequeños productores. No es rentable para ningún banco ir a las veredas de Colombia a colocar dinero en esos negocios que tienen baja rentabilidad y mucho riesgo”, detalló Mejía.

El expresidente de la entidad explicó entonces que, entendiendo que aquellos pequeños productores cumplen la función fundamental de garantizar la seguridad alimentaria para las ciudades, era necesario brindarles accesos efectivos al capital.

De esta manera, concluyó que la única opción viable para estos colombianos, es a través de una banco de desarrollo agrario, “pero con la corrupción que habitaba en el Banco Agrario, así esté orientado para una labor noble, se vuelve perjudicial para la sociedad. Fue muy necesario transformar la entidad”, señaló Mejía.

 

Atacar un problema de raíz

 

El autor de ‘Memorias del camino’ se fue de frente contra la politización y la corrupción, y agradeció a Iván Duque, pues afirmó que desde el primer día de su gestión, respaldó las decisiones para enfrentar de lleno todos los problemas que aquejaban al Banco Agrario, y no dejar que volvieran a permear la entidad.

Mejía dejó claro que el libro no es una lista de logros y cifras, es más bien un manual de qué debe hacer un gerente para gestionar el cambio de una organización que está en una situación crítica.

“Uno puede llegar a las más altas esferas del poder público y ocupar los más altos cargos del Estado siendo honrado, correcto, con rigor técnico y académico, sin estar inmerso en esas maquinarias ‘politiqueras’ que tanto han degradado el poder político”, concluyó el ilustre hijo del Tolima.

 

Datos:

 

  • Personajes como el exministro de Agricultura, Carlos Gustavo Cano y el exsuperintendente de Industria y Comercio, Andrés Barreto, han realizado reseñas del libro de Mejía Sendoya.

 

  • El prólogo del libro lo escribió Alberto Bernal León, uno de los economistas más influyentes de América Latina.

 

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Credito
JONATHAN HERNÁNDEZ PARRA

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