Productos que para generaciones anteriores constituían una verdadera meta, para las del presente no lo son tanto; además, diferentes maneras y estrategias a la hora de comprar, deberían ser tenidas en cuenta por industriales y comerciantes por igual.
Un año turbulento, en el que la caída de las exportaciones afectó a la industria nacional, repuntó el empleo, la inflación se mantuvo controlada y el PIB se movió al alza, fue el que vivió la economía colombiana. Pese a que el inicio del 2013 fue destemplado, al cierre mejoró.
Era una fría noche de invierno en Bogotá. Estaba cayendo llovizna en el jardín bien cuidado de una casa cómoda en un próspero suburbio al norte de la ciudad. En el interior, un grupo de profesionales colombianos habían terminado de cenar y, después de la buena comida y el vino, se retiraron a sentarse junto a un fuego de leña.
Desde pruebas de degustación de una nueva hamburguesa hasta lograr que las extensas ramas de la Comisión Europa funcionen en conjunto, las organizaciones están haciendo uso de redes sociales internas para impulsar la productividad, regularizar las estructuras de administración y supervisar quién toma las decisiones reales.
Cuando Bob Zoellick se paró frente a una audiencia en la Universidad de Baylor en Texas en octubre para contemplar el legado y el futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), el expresidente del Banco Mundial ofreció una visión interesante sobre la historia.
Antes de enloquecerse comprando toda clase de regalos durante las fiestas decembrinas, tome un respiro y evalúe todas sus cuentas. Vivienda, alimentación, vehículo son pagos que no se pueden hacer a un lado.
OGX, la compañía petrolera de Eike Batista, anunció que las conversaciones sobre la reestructuración de US$3.600 millones en bonos han fracasado, preparando el camino para un posible incumplimiento corporativo que sería el mayor de su tipo en América Latina.