La avenida Quinta había sufrido un importante cambio en la década del 70 para los Juegos Nacionales que se cumplieron en la Capital Musical; las fotos de antaño recuerdan que desde la calle 20 hasta la 42, se transformaba en una importante arteria vial de dos carriles.

No obstante, la principal vía de los ibaguereños se convertía desde la calle 20 hasta la 11 en un verdadero embudo, y los vehículos debían compartir un solo carril para llegar hasta el centro y los barrios noroccidentales.

En 1992 y con una ciudad en crecimiento, nuevas edificaciones y la creación de empresas, entre ellas EL NUEVO DÍA, el gobierno de turno vio la necesidad de ampliar la Quinta, pues ya estaba construido el puente de la 19 que mejoró la movilidad de los carros procedentes del Sur.

A finales de 1992, este rotativo reseñó la compra por parte de la Alcaldía de varios inmuebles ubicados por la margen derecha de la Quinta, desde la 11 a la 20. Las obras iniciaron en enero de 1993 y tendría una duración de seis meses, no obstante, surgieron inconvenientes que la retrasaron.

Inicio de obra

Alternada a la ampliación de la Quinta, también se inició la de la carrera Primera desde la calle 15 hasta la 19, esto también sirvió a la construcción del Multicentro Comercial Chapinero, hacia donde se trasladaron los vendedores de la calle 14, la cual se adecuó y, por pocos meses se conoció como ‘La Calle Bonita’.

En la esquina de la calle 11 fue instalada una valla que indicaba que el costo de ambas obras fue de 13 mil 900 millones de pesos, y su inicio era del primero de enero hasta julio del mismo año.

El alcalde Rubén Darío Rodríguez Góngora firmó el pago de las escrituras de las personas que vendieron los terrenos.

Los trabajos tuvieron dos complicaciones, y se debieron a los inmuebles ubicados en la calle 15 y otro en la 18, debido a que los dueños no estaban conformes con el precio de compra.

Para el caso del predio ubicado en la calle 15, su ubicación impedía la visibilidad de los carros, así como para la adecuación de los andenes. Planeación determinaría el precio de adquisición, que era de 5:15 metros por 38.

En mayo se instalaron las redes de servicios públicos, mientras la comunidad se quejaba por la falta de señalización en algunos puntos para cruzar los barriales; incluso se dispusieron de escaleras de guadua para que las personas pudieran subir a la acera, después de atravesarla.

'La Muela'

En julio, cuando se tenía que entregar la obra, se paralizó por una casa, según lo conocido, la propietaria del inmueble, había demandado al municipio por daños y pérdidas materiales, ocasionadas, según Aurelia Martínez, un año antes, cuando se construyó el puente (Coltolima también demandó).

La dueña solicitó ante el Tribunal Administrativo del Tolima, verificar el deterioro sufrido, pues se habrían taponado las acometidas, y bloqueado la entrada con un muro de concreto, y mientras se verificara, no se podía demoler la vivienda, pues sus apoderados argumentaban que no podían perder las pruebas.

En su momento se informó, que si no había ningún acuerdo, iniciarían con un proceso de expropiación administrativa.

Hasta el 10 de agosto, ocho meses después de paralizada la obra en la calle 18, se solucionó el problema y, tras una conciliación, se acordó que el municipio pagaría 13 millones 488 mil pesos, esto tras avalúo del Instituto Agustín Codazzi y los daños, en 15 millones.

Son pocas las obras viales que se han construido en Ibagué en los últimos años, salvo la culminación de la avenida ‘Fantasma’ y el repartidor vial Ciudad Musical, y mientras tanto, nuestra urbe continúa su crecimiento acelerado.

Datos de interés

En 1994 las principales calles y carreras de Ibagué recibieron nombres de canciones colombianas; la avenida Quinta fue ‘bautizada’ como ‘La Ibaguereña’, en honor a la canción compuesta por la ‘Novia de Ibagué’, Leonor Buenaventura de Valencia.

Para la avenida Quinta, a la altura de la calle 25, se entregó hace unos años una maqueta en la que se incluía una glorieta y ampliación de esta calle, para conectar la avenida Ambalá (construida desde 1994), con Las Ferias y conectarla a la Variante.

El puente de la 19 se culminó primero, y hubo retrasos en la ampliación de la Quinta, debido a que los dueños de una casa demandaron al Municipio.  

Cuestionamientos

Durante la obra se denunciaron distintas inconsistencias, que fueron reseñadas por El Periódico de los Tolimenses, entre ellas, “la falta de planeación y la gestión deficiente de algunos funcionarios”, pues Planeación “elaboró los planos de los tramos comprendidos entre las calles 11 y 15, y Valoración ejecutó los correspondientes desde la 15 a la 19”.

El concejal Luis Alberto Gómez Toro, dijo en su momento, que no hubo planeación “debido a la ausencia de pasos peatonales, que serán reemplazados por escaleras, que en últimas, se constituyen en barreras arquitectónicas”.

También se cuestionó el ornamento en los separadores, pues se habían destinados 12 millones de pesos para la compra de 150 palmas Botella y azulinas. Entre las denuncias estuvieron las del mantenimiento, pues los primeros días ya registraban resecamiento y debido a la altura que años más tarde tendrían, el peso podría ocasionar una caída sobre peatones o vehículos.

Sobre la azulinas, estas necesitaban mantenimiento mensual, y para ello no había presupuesto ni personal. Y para terminar, no se tuvo en cuenta a la oficina de Parques y Zonas Verdes, que contaban con un vivero y por ende, usar las plantas con las que contaba el municipio.

¿Cómo se ve en la actualidad?