Hacer respetar el estatus

Los ganaderos tienen hoy un hato libre de fiebre aftosa que protege el capital bovino, pero que exige ser reconocida por los países firmantes de los TLC.

Quince años cumplió la campaña contra la fiebre aftosa.

En ese lapso, los ganaderos invirtieron cerca de 350 millones de dólares, no sólo con la esperanza de cumplir uno de los requisitos sanitarios más exigentes para poder exportar, sino como una medida de protección del hato nacional y de alejar el terrorífico “fusil sanitario”.

Ha sido un esfuerzo mancomunado de los ganaderos y la institucionalidad gremial, de la mano con el Ministerio de Agricultura y el ICA como autoridad sanitaria, hasta el punto en que se ha convertido en un modelo público-privado exportable que demuestra que la voluntad política no es una excepción en el Estado, y que tampoco lo es el compromiso del sector privado.

Detrás de la Campaña
Para llegar a la calificación de “País libre de aftosa con vacunación”, y lograr la protección del capital bovino de todos los ganaderos, se requirió de una gran visión. Fedegán creó una fuerte infraestructura sanitaria, compuesta por 80 proyectos locales permanentes de Sanidad Animal y más de cuatro mil vacunadores durante los dos ciclos de vacunación que se efectúan al año.

La magnitud de esta cruzada se refleja en las siguientes cifras: en estos 15 años se ha aplicado más de 540 millones de dosis de vacunas; de 329 brotes de aftosa registrados entre 1995 y 1996, se pasó a cero brotes entre 2010 y 2011.

De hecho, con excepción de los brotes importados que se presentaron entre 2008 y 2009 en las fronteras con Ecuador y Venezuela, desde 2005 el país ha estado libre de brotes de la enfermedad.

Desde el punto de vista de la cobertura de vacunación, el avance es extraordinario.

En 1995 era del 50 por ciento, y desde 2001, cuando se recibió la primera certificación internacional para la Costa Caribe y Antioquia, las coberturas han sido superiores al 90 por ciento.

Para el primer ciclo de 2011, fue del 98 por ciento. Es importante aclarar que con un 80 por ciento se considera técnicamente que hay inmunidad.

¿Qué sigue ahora?
Parece de perogrullo, pero hay que convertir esos logros obtenidos en el frente sanitario en oportunidades.

Una de las más claras está en el Tratado de Libre Comercio firmado con Canadá, que entró en vigencia el pasado 15 de agosto.

Pero faltan los cinco centavos para el peso.

El sector bovino requiere de una gestión más proactiva de las autoridades competentes para lograr la admisibilidad sanitaria.

Es en el Invima y al ICA donde están truncados los trámites para que Canadá certifique las plantas de beneficio de Colombia y el estatus sanitario.

Con el TLC con Canadá podrán entrar sin arancel mil 750 toneladas de cortes finos de bovino; mil 750 de carnes industriales y mil 750 para vísceras y despojos. Eso supone administrar la protección en las fronteras, pues de nada sirve que a la par del ingreso de esas cantidades, que, a decir verdad, representan unos volúmenes pequeños, llegue al país más carne extracotingente y, lo que es peor, sin cumplir con los requisitos de origen. Allí tiene la palabra la Dian.

Es una tarea que se hace más exigente con los TLC de Estados Unidos y la Unión Europea, en donde los volúmenes esperados son mayores.

Diplomacia sanitaria
La gestión para erradicar la fiebre aftosa ha sido tan exitosa que la FAO, al hacer un diagnóstico de la situación sanitaria de nuestros vecinos y del peligro que entraña para el Programa Hemisférico, reconoce que “Colombia y Perú han sido juiciosos en la tarea antiaftosa”.

Respecto a este tema, los ganaderos insisten al Gobierno sobre la necesidad de la “diplomacia sanitaria”, de que los embajadores de Colombia y el Ministerio de Comercio habiliten el acceso real de la carne y leche de Colombia en mercados externos y de hacer cumplir esos requerimientos sanitarios; y que Estados Unidos reconozca el estatus sanitario de Colombia como país libre de aftosa con vacunación.

El control sanitario en la ZAV
La Zona de Alta Vigilancia, ZAV, es una franja de territorio de aproximadamente 15 Kilómetros de ancho, medidos desde el límite fronterizo con Venezuela hacia nuestro territorio nacional). Comprende los municipios de los departamentos de Arauca (Saravena, Arauca, Arauquita, Cravo Norte), Boyacá (Cubará) y Vichada (Puerto Carreño y La Primavera).

En esta zona, además de los requisitos­ sanitarios especiales establecidos por el ICA para la movilización de los anima­les, se impuso la obligatoriedad de identifica­ción y registro en el Sinigán de la totalidad­ de los bovinos y bufalinos ­existentes en la ZAV.

El procedimiento de identificación indivi­dual y registro se hizo, en toda la Zona, durante el segundo ciclo de vacunación contra fiebre aftosa del año 2010 y hasta el 28 de febrero de este año.

Los Dispositivos de Identificación Nacional - DIN que se aplicaron para la identificación individual de los animales en la ZAV, fueron gratuitos para los ganaderos.

Los nuevos nacimientos, animales introducidos a la zona o las reidentificaciones de que requieran tendrán que asumirlas el ganadero tanto los dispositivos como su aplicación.

A junio de 2011 se ha identificado y re­gistrado en el Sinigan 481 mil 910 ani­males en 17 departamentos, de los cuales 396 mil 209 (77.9  por ciento) fueron identificados y registrados en la Zona de Alta Vigilancia.

El objetivo del Sinigán es servir como soporte para el desarrollo de programas en materia de salud animal al subsector­ bovino y este ha sido un instrumento impor­tante para el ICA, que les permite controlar la movilización de los animales, verificación de eventos sanitarios, procedencias de
Venezuela y también ha sido una herramienta para el control del abi­geato de la Fuerza Pública.

Actividad productiva
Descuento tributario
Los productores pecuarios tendrán derecho a descontar del impuesto de renta a cargo, por el año gravable 2011, el 50 por ciento del valor total de la sobretasa o contribución especial en el sector eléctrico de que trata el artículo 47 de la Ley 143 de 1994.
Así lo estipula el Decreto 2915, de agosto 12 de 2011 de Minhacienda, que incluye desde los códigos 011 hasta el 456 del Registro Único Tributario­, RUT, a quienes estuvieren a 31 de diciembre de 2010 en estas clasificaciones.
De esta manera, se favorece la actividad pecuaria bovina, que está clasificada en el código 012, y se hace real una solicitud efectuada por Fedegán.

Credito
EL NUEVO DÍA

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