Farmacias naturistas y genes

Es que somos terriblemente afortunados todos los seres vivos que estamos aquí. Y como humanos somos doblemente afortunados. Gozamos el privilegio de la existencia y lo disfrutamos e intentamos mejorarla.

Estamos, en realidad, en el principio de todo, con la esperanza de que nunca encontraremos el final. Todo marchaba bien, hasta cuando se nos untó el alma de caca y nos inventamos las corporaciones y las patentes para expropiar a las comunidades nativas y a la naturaleza de todo lo que habían diseñado en su largo proceso de evolución.

Y fuimos superando necesidades humanas en una  larga cadena en el ámbito internacional, que a partir del conocimiento nativo se investigaba, se patentaba, se expropiaba, fabricaba, se ofrecía y casi siempre se perdía en  la oferta  de las farmacias.

El proceso inicial exigía un origen común de hombres, plantas y animales, las necesidades y las soluciones se daban juntas. Era el goce del privilegio de la existencia y la capacidad especial de interpretar el entorno, apreciarlo y mejorarlo.
Remedios milagrosos de los genes
En el desierto de Kalahari, al Noroeste del territorio sudafricano, Fritz Kamti Locher y otros bosquimanos de Vergenoeg desentierran las raíces de  las  “garras de Satán” (Harpagophytum procumbens), usadas desde tiempos ancestrales para curar los dolores de estómago y de las articulaciones de los bosquimanos. Los preparados de las “garras de Satán” se han convertido en artículos de gran éxito en las farmacias y droguerías alemanas, donde el extracto de las raíces se presenta en forma de píldora contra el reuma.

La sustancia más dulce
Jules y su familia de Abrotsi (Costa de Marfil) anduvieron a pie durante varias horas hasta llegar a su destino: la selva virgen. Lejos de toda población, buscaron los frutos de color rojo intenso de una planta parecida a la palmera. Los nativos de la zona la conocen con el nombre de katemfe o ndebion (Thaumatococcus daniellii). Basta con lamer un poco la semilla para que los limones parezcan dulces durante horas y los pomelos pierdan completamente su amargura. En Europa se disuelve el fruto en agua ácida para filtrar y obtener una proteína sumamente dulce llamada taumatina, empleada en más de cien productos (desde zumos de fruta hasta patatas de chips), principalmente en los mercados japoneses y norteamericanos.

Contra la malaria
En 1993, Chattopadhyay, un microbiólogo, al realizar una expedición por la selva virgen, fue a dar con la tribu de los Onge, asentada en la isla de Andaman, justo frente a la costa Este de la India. Allí observó que, pese a que los Onge estaban completamente rodeados de mosquitos, ni uno solo padecía de malaria. Los Onge le regalaron varios ejemplares de la planta que se utilizaba para hacer el brebaje. Tras analizar las plantas en su laboratorio, llegó a la conclusión de que dos de las plantas que le regalaron contenían sustancias febrífugas (sustancia que sirve para eliminar la fiebre) y la tercera reducía los bacilos de malaria en la sangre humana infectada.

Orugas de mariposas
Felipe pertenece a un grupo de cuarenta hombres y mujeres que exploran el Parque Nacional de Costa Rica al servicio del Instituto Nacional de Biodiversidad, Inbio. Felipe pasa varias horas al día en la selva recolectando orugas de mariposas. El aspecto externo de estas esconde una advertencia ecológica: con sus colores vivos y sus largas antenas informan a sus posibles enemigos y depredadores de que son venenosas y es mejor que no se las toque. Pues bien, son precisamente estas sustancias venenosas las que los científicos estudian con gran interés para la creación de nuevas medicinas.

La Reserpina, el Taxol Taxus brevifolia
A menudo no nos fijamos en las cajas, envoltorios y prospectos, pero resulta que hasta los medicamentos que los químicos habían llegado a imitar a la perfección (como es el caso de la aspirina) se remontan a sustancias naturales: la reserpina, una sustancia contra la hipertensión arterial que proviene originalmente de las raíces de Rauwolfia India.
El taxol, un exitoso medio para combatir el cáncer de ovarios y de mama, se obtuvo originalmente de la corteza de los tejos del Pacífico Taxus brevifolia (antes de que los químicos empezaran a imitarlo en los laboratorios).

La vinblastina y la vincristina
Son dos de las sustancias más utilizadas contra la leucemia infantil; se extrajeron de la siempreviva madagascariana (Catharanthus roseus) de los trópicos y en la actualidad proporcionan a la empresa estadounidense Eli Lilly unos beneficios anuales superiores a los cien millones de dólares.

Crecimiento espontáneo
Aproximadamente el 90 por ciento de las especies de las plantas medicinales que se utilizan en todo el mundo no provienen de cultivos específicos, sino de recolecciones arbitrarias y desorganizadas. Da igual que se trate de árnica, de genciana amarilla, de tomillo, de orégano o de té de las montañas griegas: la mayoría de los productos más conocidos son arrancados, desenterrados y cortados a gran escala. Ya sólo en Europa, sobre todo en las zonas del Este y el Sur, existen como mínimo 150 especies con propiedades curativas, cosméticas o aromáticas en peligro de extinción.
Desde hace poco tiempo algunos investigadores han empezado a concentrarse en una nueva fuente de recursos: el mar. Por su abundante biodiversidad, los arrecifes de coral son considerados “las selvas vírgenes de los océanos”, un lugar en el que habitan numerosos organismos de gran interés para los investigadores de los fármacos. Un ejemplo son los briozoos, que son unos organismos esponjosos y milimétricos en los que se podría aislar la “briostatina I”, de actividad muy esperanzadora para la lucha contra el cáncer.

Contra la malaria

La esponja australiana Cymbastela hooperi contiene unas sustancias activas que destruyen los bacilos de la malaria. El problema es que la produce en tan escasa cantidad que sólo cultivándola artificialmente podría ser rentable.

Las patentes
Todos los regalos de la naturaleza a los que pueden accederse libremente acaban privatizándose por medio de patentes. Nunca se habría descubierto el poder de las plantas sin la ayuda de los conocimientos básicos de las tribus nativas y ahora las corporaciones multinacionales se están adueñando  del conocimiento, de las plantas, de los animales, de los genes y del afecto que tienen las comunidades y los nativos de la herencia procesada evolutivamente y conservada sin ánimos de lucro.

Para leer más: Farmacias Naturistas y genes correctamente manipulados en el libro “Las Cuentas de la Vida”, de Michael Gleich, Michael Miersch, Dirk Maxeiner y Fabian Nicolay.

Credito
EL NUEVO DÍA

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