Replanteando cuestiones básicas

Después del egoísmo ambiental, en donde las potencias se alinearon para declararnos la guerra…

solamente nos quedan unas esperanzas en la Celac... vemos optimistas el Mercosur y nos reafirmamos en la necesidad de estrechar relaciones económicas, ambientales y étnicas y en el convencimiento de nuestra poderosa reserva humana y ambiental que unida se hace invencible.

Estamos muy agradecidos con el creador de la bella denominación Gaia por entregarnos ese concepto de estrecha unidad, de todo con todo, en donde cada elemento cumple una función vital en el funcionamiento total.

No importa que la actual globalización pretenda un ordenamiento económico en donde la vida está por debajo de los  dólares, los yenes, las libras… en la realidad el universo los ignora… y es muy probable que les pase cuenta de cobro… aunque no sabemos leer en la historia planetaria, no podemos negar hechos registrados como la desaparición de los dinosaurios  -y de casi toda la vida- o más recientemente, aquellas que se dieron hace 45 millones de años, cuando el nivel del mar estuvo 120 metros más arriba que en la actualidad… o el olvido capitalista de las ciclos expresados con las manchas solares… y, los recuerdos que aún tenemos de la última glaciación… todo ello nos confirma que cósmicamente somos muy vulnerables, pero que somos una unidad, y que nunca las crisis climáticas escogerán unos países y reventaran otros…


Tenemos que aceptar – humildemente -  que Gaia es una respuesta a innumerables factores que responden a hechos, que como mandatos, recibe en su biosfera y obedece para arreglar los entuertos… como lo son la saturación de la atmósfera con gases no deseados, el incremento de radiaciones nucleares, la tala desproporcionada de árboles, los afanes de la minería, la liberación de mercurio… son cambios tan poderosos que a Gaia le toca volver a empezar con la regeneración de la vida… recordemos que en una de esas regeneraciones de la vida la reiniciación con los estromatolitos.


Kioto en la economía global
En la  economía global, insistía Edward Goldsmith, casi todas las restricciones a las crecientes actividades destructivas de las multinacionales han desaparecido.

Y las pocas que quedan… pronto seguirán el mismo camino. Y estas actividades, junto con la rapidez monumental con que son ejecutadas, han acelerado el proceso de destrucción medioambiental en todo el mundo; tanto, que ahora vemos absolutamente claro que es mediante la protección de lo que queda de natural y seminatural en Gaia, con la atmósfera incluida, que el bienestar humano puede ser garantizado, y no mediante la promoción cada vez mayor del crecimiento económico o del “desarrollo sostenible” como ha sido deshonestamente llamado.


Una de las expresiones de esa ignorancia cósmica, y las atrocidades en nombre del desarrollo económico se nos dan desde el comienzo de las condiciones climáticas en las cuales es dudoso que la Humanidad pueda sobrevivir.


Incluso antes de que las cosas se pongan tan mal, el cambio climático afectará a casi todos los aspectos de nuestras vidas.


Con la economía global, casi todas las restricciones a las crecientes actividades destructivas, de las multinacionales que la controlan, han desaparecido.


Y las pocas que quedan… pronto seguirán el mismo camino. Todo ello, más el incremento de las actividades… están acelerando el proceso de destrucción medio ambiental en todo el planeta, incluyendo la atmósfera afirmaba Edward Goldsmith fundador de The Ecologist.


Es mediante la protección de lo que queda de natural y seminatural, y el bienestar humano puede ser garantizado… y nunca mediante la promoción grosera del crecimiento económico o del desarrollo sostenible como generalmente se disfraza.


La ganadería vacuna, desde sus comienzos nos enseñó que su alma era la tierra, y que esta se defendía a tiros… y cada vez más nos empujan a defender el medio ambiente a como sea.


Economía ecológica
Herman Daly… el padre de la nueva disciplina “economía ecológica” se dio cuenta de esto hace algunos años: “Estamos enfrentando una coyuntura histórica, en la cual por primera vez, los límites a la creciente prosperidad no son la falta de recursos naturales”.

Los límites para la creciente pesca no están en los barcos sino en la sobre explotación de las pesquerías, los límites para la irrigación no están en las bombas de riego ni en la electricidad, sino en los recursos hídricos agotados, los límites para la producción de madera no están en los aserraderos sino en la escasez de bosques”, escribió Daly.


Con acciones, como el desprecio de las potencias por el resto de la Humanidad en Durban… es dudoso que se pueda sobrevivir. Incluso, antes de que las cosas se pongan tan mal, el cambio climático afectara a todos los aspectos de nuestras vidas.


Cualquier discusión sobre el cuidado sobre de la salud carece de razón si no se considera la inevitable invasión de las regiones templadas por vectores y patógenos de enfermedades tropicales como el dengue y la malaria.


Cualquier discusión sobre el alivio de la pobreza carece de sentido si no se considera el hambre y la miseria que ocasionará el desecamiento de vastas áreas del globo y los millones de refugiados que procurarán desplazarse hacia áreas todavía habitables.


Claramente, estabilizar el clima y ejecutar cambios que garanticen nuestras posibilidades de sobrevivir bajo un régimen de crisis climática…, deben ser nuestra prioridad. Este no es un asunto simplemente relacionado con la disminución de las emisiones de gases, sino con la religiosa preservación de los sistemas a los que me he referido antes.

Credito
EL NUEVO DÍA

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