hizo hincapié en la relación que guarda el análisis de los suelos con el desarrollo de los acuerdos de paz.

Álvarez mencionó que uno de los puntos de los acuerdos de La Habana consiste en fomentar el desarrollo agrario integral, que entra a actuar en cuatro puntos: acceso y uso de la tierra, establecimiento de programas especiales con enfoque territorial, planes sectoriales y planes especiales de seguridad alimentaria.

De acuerdo con lo dicho por el subdirector de agrología, el análisis que el Instituto pueda adelantar en zonas que hoy están en conflicto permitiría la consecución de planes estratégicos para manejo, conservación y producción del suelo.

“El conflicto armado está en el sector rural, donde están las oportunidades de producción, la primera etapa del proceso de paz es garantizar la seguridad jurídica de la propiedad, pero también la ley de víctimas dice que después de que se restablezca la propiedad se ponga a producir”.

En Colombia hay 250 municipios en conflicto, de los cuales el 77 por ciento no tienen POT actualizado, incluso un porcentaje de territorios sin conflicto tienen los instrumentos de planificación vencidos. El 42 por ciento de los bosques en el país se encuentra en los municipios de conflicto, además el 87 por ciento de los cultivos ilícitos se presentan en los municipios de conflicto.

Por lo tanto, según Álvarez, el suelo constituye el primer recurso para incidir en el diseño de políticas claras que beneficien a la población luego de la firma de los acuerdos.

Y agregó que “debemos establecer una evaluación y seguimiento al conjunto de normas para darle cumplimiento”.

Otro punto que destacó es que los niveles de deforestación en zonas de conflicto son los más altos del país, de modo que para el Colombia la recuperación del suelo surge como uno de los puntos relevantes a tratar por el Gobierno.

“Esperamos que el proceso de paz sea un ejercicio y un primer paso para trazar la geografía de la paz, sobre todo pensando en esta generación, para dejarles un mejor conocimiento del recurso que tenemos como son los suelos”, concluyó.