Los tiempos de una reforma tributaria vital para las finanzas del país

INTERNET – EL NUEVO DÍA
La situación fiscal del país y las necesidades de gasto que se ven acrecidas ahora con los compromisos de la paz, son algunas razones que exponen los expertos para que la reforma tributaria sea presentada en la presente legislatura, pese a que su discusión va a coincidir con los tiempos de los acuerdos alcanzados en La Habana entre el Gobierno nacional y las Farc.

Aunque los analistas consultados coinciden en que esta reforma tributaria estructural debió presentarse hace cuatro o cinco años, cuando el país gozaba de un buen momento económico, ahora el Gobierno nacional tendrá que enfrentar esta situación de duplicidad de propósitos en el Congreso, porque es “vital que se presente”.

El exministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo, explicó que esta reforma pudo haberse tramitado con anterioridad, pero que el Ministerio de Hacienda incurrió en un error de cálculo grave y “ahora está contra la pared, porque le están corriendo los tiempos de la paz al mismo tiempo que los tributarios”.

La también exministra y excandidata a la Presidencia Marta Lucía Ramírez, coincidió en que debió presentarse con antelación, pero se dejó pasar el momento y ya es “totalmente inaplazable, es obligación o de lo contrario Colombia va a perder el grado de inversión, porque las agencias calificadoras de riesgos ya lo advirtieron”.

En el escenario que plantean, y teniendo en cuenta lo manifestado por el presidente Juan Manuel Santos, la reforma tributaria estaría llegando al Congreso de la República en las primeras semanas de octubre, fecha que concuerda con la estipulada para la realización del plebiscito que refrende los acuerdos de paz alcanzados en La Habana.

Según Ramírez, lo que tenía que haber hecho el ministro Mauricio Cárdenas era presentarla con el tiempo suficiente para debatirla, buscar consensos de manera transparente y de cara el país, pero, ahora, “tan pronto pase el plebiscito y como tienen afán de que se apruebe antes de diciembre”, no sería extraño que se haga una reforma de “pupitrazo”.

La excandidata presidencial insistió en que el Gobierno debió ser más “responsable” y presentarla en épocas de “vacas gordas”. De hecho, explicó que hubiera sido más fácil de asimilar ya que en ese momento había recursos por los ingresos del petróleo.

“Lamentablemente -dijo Ramírez- no se presentó en el momento más oportuno, por eso insisto en que un Gobierno responsable ha debido presentar esa reforma en la época de vacas gordas, de hecho hubiera sido más fácil de asimilar por el país, cuando habían todos estos ingresos de petróleo, pero lo cierto es que hoy nos toca a nosotros asumir esta reforma tributaria como consecuencia de un Gobierno que se ha desbocado en el gasto público, ha aumentado el tamaño de la nómina de una forma grosera, desproporcionada”.

Mal momento para presentarla

A las críticas por la demora en la presentación de la reforma tributaria estructural que hicieron los exministros Restrepo y Ramírez, se sumaron quienes consideran que este es un mal mensaje para el país, de cara a los acuerdos de paz.

El presidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT), Julio Roberto Gómez, señaló que los anuncios de una nueva reforma son un “pésimo mensaje para el país”, y le recomendó al Gobierno dedicarse “a lo que ha venido haciendo estos últimos cinco años con el tema de la paz y dejar la reforma para que tenga una discusión previa en la Comisión Permanente de Concertación”.

Las principales críticas del directivo de la CGT se enmarcan en que los principales afectados serían los colombianos de estrato bajo, además de la clase media, pues los primeros indicios que se conocen de lo que sería la reforma tributaria tienen que ver con el incremento del IVA.

“Yo no sé cuál es el afán del Gobierno de poner a la población colombiana a tributar más, cuando lo que tiene que aumentar es la eficiencia en el manejo de los tributos y desarrollar un manejo eficiente para evitar la evasión, la elusión, que los sectores más enriquecidos paguen lo suficiente”, señaló Gómez, al tiempo que explicó que la CGT va a combatir esa reforma.

“Las centrales obreras estamos trabajando por el plebiscito y estamos haciendo campaña por el ‘Sí’ a que tengamos un chance de vivir en paz, pero no a una reforma tributaria como la que está planeando la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde)”, resaltó el dirigente sindical al ser consultado.

A esta idea se sumó el exministro de Hacienda, Eduardo Sarmiento, quien manifestó que está mal concebida por la comisión de expertos y han llegado a una fórmula que no es viable.

“Si anuncian que van a subir los impuestos luego del plebiscito, se va a tener una reacción negativa fuerte, o sea que lo que se ha ganado con el acuerdo de paz se podría perder con la molestia que significan los impuestos”, manifestó.

Además, Sarmiento explicó que una reforma tributaria que está basada en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y que recae proporcionalmente en los grupos más necesitados “acentuaría la contracción de la economía, de manera que lo que se gana con mayores tarifas, se perdería con menor actividad productiva”.

Por eso, el exministro considera que la única manera para refinanciar el conflicto es con un cambio en el modelo económico, con el cual se reactive la economía. “El cambio de modelo sería una política industrial que propicie las exportaciones de alto valor agregado, se necesita bajar las tasas de interés al dos por ciento y, finalmente, intervenir el tipo de cambio”, aseguró el experto.

“Este no es un momento para hacer reformas tributarias, lo que se debe hacer es cambiar el modelo económico para reactivar la economía. Después de que se normalice, ahí sí se puede pensar en una reforma tributaria”, manifestó Sarmiento.

Los ingredientes de la Reforma

Aunque todavía no se conoce con claridad qué va a presentar el Gobierno nacional en la reforma tributaria estructural que viene anunciando desde hace más de un año, los expertos consultados aseguran que entre los principales temas que se abordarán está el aumento del IVA, por lo menos en dos puntos básicos.

Para Juan Camilo Restrepo, los ingredientes según las recomendaciones que ha recibido el Ejecutivo serán menores tasas corporativas, mayores tarifas para personas naturales, más IVA, tributación a los dividendos, control a los abusos de algunas entidades sin ánimo de lucro, reforma a la tributación de las entidades territoriales cuyas finanzas están en crisis y hace más de 30 años que no se ponen al día, y una reingeniería de la A a la Z en la Dian para controlar de mejor manera los altísimos índices de evasión que, según la misión de expertos, tanto en renta como en IVA, ya llegan al 40 por ciento.

Marta Lucía Ramírez señaló que uno de los problemas es que se va a hacer una reforma sin saber cuál va a ser el faltante que tiene el país, “porque a esto se le debe sumar la necesidad de recursos nuevos para el posconflicto: ¿cuánto va a costar la inversión en el desarrollo rural? ¿Cuánto la reincorporación de los miembros de la guerrilla?”, se preguntó.

Sin embargo, destacó que debe generar una tributación universal, donde todo el mundo tribute, pero en función de sus ingresos y de su riqueza.

“Los que menos tienen deben tributar mucho menos y lo que estamos viendo es que hay mucha gente tiene suficiente riqueza y está llena de exenciones”, resaltó la exministra, al tiempo que insistió que lo importante es cuidar que esto no termine afectando la canasta básica de la gente más pobre de Colombia.

Dato

El presidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT), Julio Roberto Gómez, señaló que los anuncios de una nueva reforma son un “pésimo mensaje para el país”.

Credito
COLPRENSA

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