La Institución Fernando Villalobos Arango, al igual que otras, es desconocida para muchos ibaguereños, esto tal vez se debe a su ubicación tan lejana.

Para llegar hasta la sede La Montaña, primero hay que llegar a la vereda El Rodeo en El Totumo, allí hay un desvío y luego, al final de unos cinco kilómetros, cuando ya no hay más carretera, está la vereda La Montaña y allí en medio de un exuberante paisaje está en deplorables condiciones la Institución Fernando Villalobos Arango.

Todas las instituciones ancladas en terrenos de difíciles acceso tienen un héroe, el de esta institución se llama Reinerio Zamora, ‘El Profe’, quien todos los días se alista para poder ofrecer a los niños que allí van, algo de conocimiento.

Son en promedio de 10 a 15 niños los que asisten desde las 7 a.m., de lunes a viernes, hijos de los cuidadores de fincas de todo este sector.

Como sus edades varían ostensiblemente, así mismo ‘El Profe’ los divide en grupos para poder dictarles preescolar, primero o quinto, los grados se saltan como las edades de los chicos, para que cada uno reciba las clases que necesitan.

Esta metodología que se utiliza para las clases, es la llamada ‘escuela nueva’ la cual se usa en las sedes que están muy alejadas de la parte urbana, para que los niños puedan tener acceso a la educación.

Una ayuda

Varios de los chicos deben caminar largos trayectos a través de fincas para llegar a recibir las clases, pero las condiciones de la escuela no son muy buenas.

Los baños son antihigiénicos, el parque está deteriorado, los pupitres en mal estado, y los útiles escolares son escasos.

Aún así los niños hablan de salir adelante, de tener un mejor futuro, de ayudar a sus familias y de enseñar a cuidar el campo a los visitantes que de vez en cuando pasan por este sector.

La Villa de Ibagué

No son más que un grupo de amigos que se unieron gracias a su gusto por el equipo de fútbol profesional Millonarios F.C., y al contrario de lo que la mayor parte de las personas se imaginen, no se reúnen para fumar o para aumentar la delincuencia.

Su causa es diferente, a pesar de sus propias dificultades tratan de unir fuerzas para hacer algo por la sociedad.

Por esta razón, La Villa en años anteriores, ha llevado a cabo la ‘Navidad Azul’, que consiste en reunir fondos para entregar obsequios y alimentación a los más necesitados el 24 de diciembre, lo logran gracias a las colectas que hacen cada vez que se van a viajar para alentar a su equipo del alma.

Los de La Villa hicieron la tarea, reunieron algunos fondos y cogieron camino rumbo hacia El Totumo para visitar la ‘escuelita’, llevaron algunos útiles escolares, y aunque hubiesen querido donar mucho más, les dejó una gran satisfacción el agradecimiento sincero y espontáneo de cada uno de los niños.

Proyectos sociales como este pueden empezar a generar cambios en la sociedad, y además es un llamado a las autoridades o a quien desee colaborar con dicha escuela.