En total fueron 33 especies, siete corresponden a serpientes de la especie Boa Constrictor y 26 son tortugas Morrocoy.

Estas especies provenían del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, CAV de Cortolima, quienes recibieron estos animales en su entidad producto de entregas voluntarias, luego de haber realizado diferentes capacitaciones.

La liberación de las tortugas se desarrolló en una reserva de la sociedad civil ubicada en el centro del Tolima y por su parte las boas Constrictor fueron liberadas en el Norte del departamento.

Las autoridades ambientales también resaltaron que especies como la tortuga Morrocoy tienen una elevada carga bacteriana que para los humanos resulta nociva.

Pese a la medida los profesionales recordaron que son muchos los animales que por sus condiciones no pueden volver a su hábitat natural y recomiendan se evite su tenencia.

“Hemos hecho varios ejercicios en lo que se refiere al costo de manejo y mantenimiento de las especies que llegan al CAV y realmente son costos muy elevados, desafortunadamente hay muchos animales que no son aptos para retornarlos al medio natural y son los que se encuentran en los inventarios de los CAV de todo el país”, indicó Adriana Cardoso, líder en Control y Vigilancia de Cortolima.