Madre es madre

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Convertirse en madres, es quizá para muchas mujeres una de las más grandes dichas, asumen la crianza de sus hijos con responsabilidad, amor y cariño, entrega que es compensada con respeto.

LUISA FERNANDA RUIZ

Dicen que ‘madre solo hay una’, de esto no hay duda. Muchas de ellas sacrifican su vida por su familia y por sus hijos, sin esperar nada a cambio y en muchos de los casos, recibiendo todo en agradecimiento, atenciones y demostraciones de afecto.

En la sociedad existen mujeres en diferentes estados civiles cumpliendo este rol: solteras, casadas, divorciadas o viudas, y sin importar en el que estén, siempre están ahí cumpliendo su papel, inculcando en sus hijos valores, acompañándolos en las diferentes etapas de su vida, siendo el motor para cada momento y dando a sus hijos un amor puro y sincero.

Algunas madres se atreven a decir que con sus hijos tuvieron su primer amor, el incondicional, el que nunca las soltará de la mano; sin importar el estado en el que fueron concebidos o adoptados, y el verdadero compromiso que aceptaron desde el momento en que sabían que llegaría al mundo.

Esto no quiere decir que el hombre, dentro de la familia, no cumpla ninguna función; al contrario, muchos se esmeran por ser excelentes padres, con o sin su pareja.

Sin importar en que condición haya decidido ser madre, recuerde que debe dar lo mejor a su hijo y preocuparse por su bienestar.

Sola, con el mismo amor y cariño

Toda mujer en su vida tiene grandes ilusiones y ambiciones, que van desde alcanzar una buena posición social, tener excelentes logros profesionales, comodidades y satisfacciones personales, hasta, incluso, el deseo de crear una familia, en muchos de los casos hacerlo sin la necesidad de tener una pareja.

Esta última alternativa lo hacen porque así lo desean o porque así les tocó: en cualquiera de los dos casos desde el momento que conocen su estado de embarazo, están dispuestas a cumplirlo solas, pero con el mismo amor y cariño.

Antiguamente ser madre soltera era un estado poco aceptado socialmente y señalado por muchos: hoy en día esto cambió, pues son más las mujeres que decidieron hacerlo sola, demostrándole al mundo y a la sociedad que criarían hijos cariñosos, fuertes y con grandes valores morales y éticos.

“Las madres solteras eran víctimas de prejuicio social, y aumenta así su carga emocional mientras ellas, generalmente, asumen su rol con entereza, responsabilidad y amor, desde su condición de tener poco o nada de apoyo del padre”, explica la psicóloga Luz Elena de La Rosa Puello.

Como afirma la experta, “con el transcurso del tiempo ganaron respeto, consideración y valoración, digna de una nueva oportunidad en el amor. Es importante no desfallecer en su papel de madre que ofrece tiempos de calidad a sus hijos, ejerciendo sus roles y responsabilidades con mucha organización sin entrar en autocompasión, sino acompañadas siempre de una actitud determinante y proactiva”.

Padre soltero, con gran entrega

Pero no solo la mujer asume su rol con entrega, dedicación y amor: muchos hombres rompieron la regla y decidieron, solos, enfrentar el reto de la crianza, sin ellas.

En esta función los padres se enfrentan a varios retos como resultado de ser el único responsable de cuidar a sus hijos.

“El padre soltero tiene sus propios desafíos, su rol se debate entre la lucha y las preocupaciones de naturaleza práctica, el hijo por su parte demanda atención, tiempo de calidad, guía, cuidado diario, los vínculos afectivos y recreación”, explica la psicóloga Luz Elena de La Rosa Puello.

Seguramente en su papel de único padre se enfrente a problemas emocionales y sociales, pero nunca dejará que esto sea causante de un fracaso, al contrario el estímulo de entregar todo por el bienestar de su hijo.

En ese orden de ideas, la sicóloga recomendó a los hombres que estén ejerciendo ese papel, tener organización y abnegación para solventar las necesidades emocionales propias y las de su hijo, y cumplir con la responsabilidad económica.

“Lo realmente importante es adaptarse a la realidad y desarrollar vínculos sólidos en la relación padre-hijo”, destaca.

Luz Elena De la Rosa Puello

Sicóloga

¿Cómo demostrar a los hijos que realmente ‘madre solo hay una’, tal como lo plantea la recordada frase?

El ser madre es un papel realmente importante. La prioridad es amar a sus hijos; para ejercer mejor el rol es indispensable brindar amor, ser cuidadosas y generosas, mostrar disponibilidad para cubrir sus necesidades, entablar una tierna relación, respetando su individualidad y personalidad para que no se sientan vulnerados ni desaprobados.

En la medida en que los hijos se desarrollan, entrenarlos para que adopten sus habilidades y potencialidades, sostener una relación en donde todos se involucren, interactúen, generen acuerdos y procesen la vida en unión, enseñándoles las generalidades de la vida y del mundo, disciplinarles con amor y actitud determinante, aprender a negociar sus fallas o errores, formándolos con integridad; es así como los hijos corresponden al amor de la figura materna con respeto, acato y sensatez, reconociendo las cualidades morales y la dignidad de ella como la única persona capaz de brindar un amor incondicional.

Juan Gabriel Sánchez

Psicólogo

Dicen que ‘madre solo hay una’, entonces ¿cómo una mujer puede hacer que su rol sea único, indispensable e importante para su familia?

Por instinto la mujer es madre. La maternidad es algo implícito de nuestra especie. La mujer que es madre hace y hará lo que sea por su cría, defiende a sus hijos ante cualquier peligro o eventualidad; entonces, en la mayoría de los casos va a asumir ese papel como le corresponde, como la tradición y su especie lo manda, con entrega. Para ser buena madre necesita ella resolver sus conflictos, esto ayudará a que a su hijo los resuelva también.

¿Qué función debe cumplir una madre en relación con su hijo, sin importar su estado civil?

Fundamentalmente la crianza de él, formar hijos fuertes, seguros, tranquilos, maduros, que puedan resolver sus conflictos y problemas, aún en la ausencia de ella misma. Hay madres que han fallecido y dejaron en sus hijos una herencia en valores morales y éticos. Otra de la función de la madre es mantener su rol de madre comprensiva, que respalda con amor, sin importar como sea su hijo, siempre lo va a defender, le demostrará que contará con ella en cualquier situación, por difícil que sea.

En nuestra sociedad es más común que el abandono se dé desde el padre y no de la madre.

¿Cómo superar los miedos comunes que trae tener un hijo?

Desde el mismo parto, un suceso doloroso, pero natural; en ese instante la mujer resuelve sus angustias frente a lo que debe hacer para preservar a su cría, es algo que llega por instinto. La mamá siempre estará dispuesta a asumir el reto y se compromete con su familia; todo el proceso, desde la gestación hasta la crianza le ayudará a resolver sus miedos y lo complicado de esta etapa. La misma responsabilidad contribuye a aceptar esas dificultades con amor, entrega y comprensión.

Credito
EL NUEVO DÍA

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